En India, la tierra es valiosa, ya que la vida y la identidad de las personas están estrechamente ligadas a la tierra que poseen. Sin embargo, es muy difícil para la ciudadanía reclamar las tierras una vez que han sido tomadas o invadidas. Esto es incluso más complicado para algunas de las poblaciones más vulnerables y marginadas, como la comunidad tribal sahariya en el distrito de Lalitpur, de Uttar Pradesh. En la aldea de Paron, había algunas familias de esta tribu a quienes años atrás el Gobierno había asignado unos acres de tierra. Esta tierra les fue arrendada para que sembraran cultivos para sus familias. Sin embargo, los límites de demarcación no estaban claros y la tierra no era fértil. En consecuencia, estas familias rara vez utilizaban la tierra, ya que no les brindaba suficiente alimento para sus necesidades, por lo que debieron migrar a pueblos cercanos en busca de sustento. Cuando los funcionarios del Departamento de Bosques del Gobierno indio inspeccionaron esta tierra, la catalogaron como tierras forestales e intentaron demarcarlo como tal. Dadas las circunstancias imperantes, las familias se sintieron indefensas para reclamarla.
Puede descargar este estudio de caso en el panel que aparece a continuación. Desplácese hacia abajo para seguir leyendo en esta página.