Aferrarse a la fe
Aquella casa había sido un sitio de encuentros para reír, comer, beber, cantar y compartir entre amigos. Pero, un día, lo indeseable tocó a la puerta para cobrar la vida de uno de los miembros de la familia. Jesús volvió a visitar a sus amigos, pero ahora en un ambiente de duelo y tristeza. Al llegar a la casa, Marta se le acercó desgarrada. Su querido hermano Lázaro había muerto. Desde su situación, esta mujer expresó tanto sus contradicciones como su esperanza.
Mientras trataba de encontrar explicaciones, luchaba por mantener su fe. Si lo pensamos bien, Marta está haciendo teología vivencial en torno a las experiencias humanas más desconcertantes: el mal, el sufrimiento y la muerte. Fiel a la tradición de sus antepasados y heredera del monoteísmo radical de Israel, no concebía que algo escapara al dominio y control de un Dios que se supone reina sobre todo. ¿Cómo les podía estar pasando eso?
Para hablar significativamente acerca de Dios
Si hacer teología es hablar significativamente acerca de Dios en cada generación y circunstancia:
- ¿Qué implica hacerlo en tiempos de pandemia?
- ¿Hay algo significativo para decir o hacer en el nombre de Dios en medio de tantas pérdidas?
- ¿Cómo hablar de su reinado soberano cuando un pequeño virus parece haberlo descontrolado todo?
- ¿Juicio divino, señales antes del fin, teorías de conspiración o teodiceas bien intencionadas?
Tiene que haber algo más.
Puede que, como Marta, necesitemos revisar nuestra visión del reinado de Dios hoy.
¿Es Dios soberano? Sí, pero no es el único actor en la historia.
¿Es Dios bueno y justo? Por supuesto, pero vivimos en un mundo caído, en donde operan también la maldad, el dolor y el misterio.
¿Es indolente Dios a nuestro sufrimiento? De ninguna manera.De hecho, en lugar de quedarse como un rey lejano, en la persona de Jesús se hizo como nosotros, un amigo que vino a visitarnos y a acompañarnos.
¿Tendrá la muerte la última palabra? No, Jesús venció la muerte y nos ofrece una vida abundante ahora y un futuro glorioso en el más allá.
Tras el ejemplo de Jesús
¿Y, entre tanto qué? Siguiendo el ejemplo de Jesús, somos llamados a estar con la gente, a promover la vida y a infundir esperanza, incluso en tiempos de Covid-19. En tal sentido, debemos ponernos al lado de los que han sufrido los embates de esta pandemia, en especial de los más vulnerables. Nos corresponde apoyar todo esfuerzo por salvar vidas. Somos llamados a ser signos de fe en Dios y amor entre los seres humanos. Sí, porque el reino de Dios es relacional, solidario, comprometido con la vida y la esperanza, desde ahora y hasta la eternidad. ¡Así nos lo mostró Jesús! ¿Seremos nosotros su reflejo hoy?