Nuestras manos
del Ejército de Salvación, Vepery, Madrás.
Lea Eclesiastés 9:10 y el Salmo 31:14-15. Hágase algunas de estas preguntas...
- ¿Qué parte del cuerpo le protege cuando se cae?
- Cuando algo le está por entrar en el ojo, ¿qué parte del cuerpo se apresura a protegerlo?
- Cuando le pica la espalda, ¿qué parte del cuerpo usa para rascarse?
- Cuando se quiere poner comida en la boca, ¿qué parte del cuerpo usa?
- ¿Qué parte del cuerpo usa para abotonarse la camisa, peinarse, cepillarse los dientes, cargar las compras o dar vuelta a las páginas de un libro?
Sí, nuestras manos son las partes del cuerpo que más usamos. La palabra ‘mano’ se menciona 1,433 veces en la Biblia. ¿Puede pensar en pasajes de la Biblia donde se mencionan las manos? La muñeca tiene ocho huesos en dos filas para que pueda moverse hacia atrás y hacia adelante y dar la vuelta hasta más de la mitad. No hay otra articulación que sea así. La palma tiene cinco huesos para servir como apoyo a la mano. Cada dedo tiene una uña al final y el pulgar está colocado para encontrar a los dedos desde la dirección opuesta. Mire sus dedos. Todos son de diferentes tamaños ¿Será un error de Dios el Creador? Se vería mucho más bonito si todos fueran del mismo tamaño ¡Pero espere! Cierre la mano - ahora están todos parejos.
Con razón que Salomón llama las manos las ‘guardas de la casa’ en Eclesiastés 12:3. Dios también nos tiene seguros en sus manos - nadie nos puede sacar de la mano de Dios (Juan 10:27-29).
El toque de una mano puede significar mucho. Cuando faltan las palabras, en tiempos de crisis y de tristeza, el toque de una mano muestra comprensión y sentimiento. Las manos también se pueden golpear en ira, aplaudir en gozo o apreciación o se pueden usar para mostrar tantas otras emociones.
Piense en sus manos. Mírelas y hable sobre lo que puede hacer con ellas. Conversen juntos sobre las habilidades para las cuales usa sus manos.
Oren juntos. Miren sus manos y alaben a Dios por ellas y por sus manos cariñosas. Piensen otra vez en las manos de Dios y agradézcanle la manera en que los mantiene seguros y los guía y apoya con sus manos.