No hay duda de que la intención predominante de Dios es redimir a su creación; una creación que él declaró era buena en su totalidad (ver Génesis 1:12, 21, 25, 31). La creación y la nueva creación dominan el principio y el fin de la historia que vemos en la Biblia, empezando en Génesis y finalizando en el libro de Apocalipsis.
Probablemente no sea una sorpresa que los seres humanos tiendan a pensar sólo en ellos mismos cuando leen sobre el amor de Dios por “el mundo” o hasta por “toda la creación”. Pero la Biblia con frecuencia aclara que el pacto de Dios no es únicamente con los descendientes de Noé, sino con toda la vida animal (Génesis 9:9-10; Oseas 2:18). La imagen creada de la nueva creación al “final” está totalmente habitada por representantes no sólo de cada tribu, nación y pueblo, sino de la flora y fauna también.
La imagen de harpas y alas en nubes celestiales, tan ajenas a la tierra, simplemente no se relaciona con la perspectiva bíblica del nuevo cielo y la nueva tierra (ver Apocalipsis 21:2-8). La nueva creación de Dios, al igual que su primera creación, será la obra de sus propias manos. En la Biblia, se describe a Dios como creador y recreador. Pero la Biblia también dice que los seres humanos tienen un papel en el plan de Dios desde el mismo principio hasta el preciso final. Esto es lo que queremos contemplar brevemente aquí…
Desde el mismo principio, Dios encomendó a la raza humana el cuidado de todo lo que él había creado, y esto incluye el reino animal.
Leamos Génesis 1:26 y 2:19
- ¿Qué significa dominar la creación?
- Si Dios cuida de todos los seres vivos y nosotros estamos hechos a su imagen, ¿cómo deberíamos tratar a nuestro ganado? ¿Hay algo que podría hacer de un modo diferente respecto a algún animal bajo su cuidado?
- Busque estos otros pasajes: Proverbios 12:10, Éxodo 23:5. ¿De qué manera estos pasajes afectan el modo en que usted piensa sobre su papel como custodio de la creación?
El modo en que tratamos a los animales es una señal del modo en que tratamos a toda la creación. Las escrituras se concentran en el modo en que Dios hace de la humanidad la corona de su creación y hace un llamado a las personas de adorarlo y ser un reflejo de su imagen. La Biblia claramente prohíbe la adoración de criaturas. Los humanos tienen permiso de usar la piel y el pelaje de los animales, pero nunca para beneficios egoístas. Deberíamos aplicar los principios de justicia e igualdad en el modo en que tratamos a los animales de carga, de la misma manera en que trataríamos a los trabajadores humanos. No podemos afirmar obediencia a Dios si estamos abusando de lo que le pertenece.
Leamos Salmos 8
- ¿Qué dice este Salmo respecto a la posición especial de la humanidad en la creación de Dios?
- ¿Qué responsabilidades resultan de esa posición especial?
Hasta el preciso final, la intención de Dios es redimir y restaurar la creación original que estaba “arruinada” cuando la humanidad, por medio de su propia desobediencia, no cumplió con el papel que le fue asignado de custodio de Dios en nombre de la creación. Dios provee un medio de restauración en Jesús.
Leamos Romanos 8:18-23
Toda la creación está entrelazada, incluidos los seres humanos, los animales y las plantas. ¿De qué manera la caída de la humanidad afectó nuestra relación con el resto de la creación?
- ¿Qué aspecto tiene hoy en día el sometimiento actual de la creación? (versículo 21)
- ¿Qué aspecto tendrá el futuro de la creación? (ver también Isaías 65:17-25) ¿De qué manera afecta esa visión nuestro comportamiento actual?
Tim Carriker es el capellán de A Rocha Brasil – una organización cristiana que trabaja en la conservación de la naturaleza
Sitio web: www.arocha.org E-mail: [email protected]