Para abordar esta situación, la organización socia de Tearfund llevó a cabo una consulta con 65 de las 75 iglesias distritales del país en la que les preguntaron a estas comunidades cuáles eran sus necesidades más apremiantes en materia de pobreza. Como resultado de las consultas, la organización socia de Tearfund y los líderes de las iglesias locales acordaron una declaración de compromiso que incluyó lo siguiente:
- la descripción del proceso de consulta y la enumeración de las primeras cinco prioridades identificadas en el país;
- un llamado a los dirigentes del país para que centren sus esfuerzos en abordar estos problemas;
- la confesión de que la iglesia no siempre se había involucrado en el abordaje de estas cuestiones y un pedido de perdón por ello;
- el compromiso de que la iglesia hará su parte para abordar las prioridades en materia de pobreza en el futuro.
Posteriormente, la organización socia de Tearfund hizo un mitin durante una conferencia del Gobierno nacional con el fin de hacer pública su declaración de compromiso, apoyar la implementación de las políticas públicas nacionales existentes y afianzar las relaciones entre los funcionarios del Gobierno y los líderes de las iglesias. En el mitin, hubo mil participantes, entre ellos, personas de los medios de comunicación nacionales, el Ministro de Finanzas y el Ministro de Comercio, Industria y Suministros.
Tras asistir a la conferencia, el Ministro de Finanzas manifestó: «Había malinterpretado lo que significa ser cristiano. Pensaba que a los cristianos solo les interesaba promover su religión, pero ahora sé que su misión no es tratar de que la gente adopte su religión, sino que son una sociedad interesada en el desarrollo de las naciones». Gracias a este acercamiento, la organización socia de Tearfund y las iglesias locales han podido aportar ideas juntos para elaborar la nueva constitución y, a la vez, promover la protección de las personas que viven en situación de pobreza.
Además, la organización socia de Tearfund ha capacitado a los líderes de las iglesias para que puedan hacer trabajo de incidencia y crear conciencia en sus propias comunidades. Las comunidades así empoderadas ahora pueden trabajar para resolver los problemas relacionados con la pobreza que las afectan. Principalmente, las comunidades ahora saben cuáles son las leyes nacionales que protegen a las personas que viven en situación de pobreza y cómo hacer para que los grupos marginados accedan a fondos del Gobierno local correspondientes. Desde entonces, y por primera vez, muchas de las casi 600 iglesias locales que recibieron capacitación han trabajado en conjunto con sus comunidades y dirigentes políticos para abordar los problemas sociales que las afectan.