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Plantas silvestres comestibles y verduras frondosas

por la Dra. Angelika Dietz. Las plantas silvestres comestibles y las verduras frondosas contribuyen en la dieta de una manera importante, sobre todo entre la población rural. Detallamos aquí la importancia que estas plantas tienen en el sustento de una comunidad agrícola en Magar, en un área remota de la región centro-oeste de Nepal.

1991 Disponible en Inglés, Francés y Español

Cuatro ediciones impresas de la revista Paso a Paso de entre 1989 y 1992, expuestas sobre un escritorio de madera

De: Huertos familiares – Paso a Paso 7

La agricultura a pequeña escala y la mejora de la nutrición familiar

por la Dra. Angelika Dietz.

Las plantas silvestres comestibles y las verduras frondosas contribuyen en la dieta de una manera importante, sobre todo entre la población rural. Detallamos aquí la importancia que estas plantas tienen en el sustento de una comunidad agrícola en Magar, en un área remota de la región centro-oeste de Nepal.

La comida básica de esta comunidad era el maíz. Comían también algo de arroz, mijo, trigo y legumbres secas.
Consumían carne (de cerdo más que nada) de vez en cuando para celebrar alguna fiesta. La leche y sus derivados eran muy escasos; si se conseguían se los daban primero a los niños. Incubaban la mayoría de huevos. La carne de pollo la reservaban para invitados o para ceremonias religiosas. Sembraban los vegetales de una forma muy tradicional en campos alrededor de su pueblo. Los vegetales que más consumían eran: varias clases de calabazas y sus hojas, hojas de colza, rábano y sus hojas, papas y taro (una clase de ñame).

Tenían, por lo general, suficiente comida con lo que cultivaban en sus campos por ocho o nueve meses del año, pero durante la sequía, de febrero a junio, tenían que comprar la comida básica, corriente. Esta época de escasez era la época en la que tenían que trabajar más duro cultivando sus tierras. El dinero que ganaban vendiendo cabras, especias y artesanías lo gastaban en comida.

La gente que no tenía dinero para comprar suficientes alimentos para sus familias tenía que desenterrar tubérculos feculentos en los bosques. Muchas familias también tenían que recoger hojas y plantas en los bosques para mejorar en sus dietas el consumo de féculas. A pesar de que hacían esto en la época cálida y seca, antes del monzón (la época de lluvia), a las plantas silvestres ya les habían salido retoños y flores nuevas.

En un estudio detallado hecho par la doctora, se identificaron por lo menos 24 clases de plantas silvestres comestibles las cuales se recogían y consumían por el pueblo. Estas frutas y vegetales no sólo mejoraron el sabor y el gusto en sus dietas sino que proporcionaron mejoramiento en su nutrición.

Casi todas las hojas verdes son buena fuente de proteínas, vitaminas y minerales aunque en las hojas más verdes se encuentra el mayor valor nutritivo. La hoja más verde de la “amaranth” (la espinaca tropical) que se da silvestre en casi todo el mundo es, por ejemplo, más nutritiva que el repollo europeo.

El valor proteínico de las hojas puede ser relativamente alto – parecido al valor de las semillas, si se calcula cuando están secas. Los problemas causados por la falta de vitaminas eran poco comunes entre la gente de Magar debido al alto contenido de las vitaminas A y B en las hojas de plantas silvestres. Una porción de 100 gramos de hojas provee el hierro necesario en la dieta de un niño y gran parte del necesario en la dieta de un adulto. Ya les mostramos en la página anterior algunas de las hojas verdes de gran valor nutritivo.

Durante varias generaciones, a través de experimentos, se han desarrollado métodos especiales para preparar, cocinar y hacer que algunos vegetales locales sean comestibles. La mayoría de las hojas necesitan una cocción rápida, ya sea al hervirlas en poca cantidad de agua salada, o al freirlas. Algunas hojas, como las del taro o mandioca, son muy amargas e irritan o queman la boca. Deberán prepararse de una forma especial:

1. Lave las hojas, póngalas en una olla y cúbralas con agua.
2. Póngalas a hervir y déjelas que hiervan entre 5 y 10 minutos, destapadas.
3. Escúrralas y bote el agua.
4. Cúbralas de nuevo con agua fresca, añada sal y condimentos a su gusto, tápelas y póngalas a hervir, a fuego lento, hasta que estén tiernas – entre 15 y 20 minutos.

La gente de Magar utiliza un método similar para preparar las hojas del taro; no cortan las hojas sólo las enrollan uniendo los lados y las dejan hervir, hasta que estén cocinadas, sin moverlas. Las verduras frondosas con hojas verdes se deberían cultivar en todos los huertos. Las plantas silvestres comestibles son de gran importancia en la dieta de las comunidades de algunos países en vías de desarrollo y sus usos se deberían fomentar. Pero debemos darnos cuenta que estas plantas crecen mucho mejor cuando se conserva su medio ambiente – la selva.

ESTAS HOJAS SON BUENAS PARA USTED

Bledo, atago o Amaranth (espinaca tropical) 

Gente con necesidades especiales...

debería comer la siguiente cantidad de hojas verdes cocinadas:

Niños de 4 - 6 meses hasta 2 años
(Hojas blandas sin tallo son las mejores)  1 – 2 cucharadas

Niños de 2 – 5      ¼ taza

Niños en edad escolar     ½ taza

Mujeres embarazadas     ½ taza

Madres lactantes     ½ taza

Como un ejemplo, 2 hojas de mandioca que proveen la provitamina A recomendada en la dieta de un niño, quedarán reducidas, después de cocinarse, a escasamente una cucharada.

Hojas de mandioca, yuca o casava 

Hojas de calabaza o zapallo

Taro (Colocasia) o pituca

Helechos silvestres 


Hojas de frijol alado


ATENCION
Algunas hojas son muy tóxicas. El conocimiento de la gente local debe ser siempre respetado.

La doctora Angelika Dietz estudió Nutrición y ha trabajado en Nepal.

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