por Will Critchley y Olivia Graham.
La erosión del suelo - la remoción del suelo fértil a causa del viento o del agua - es un problema que se acrecienta en el mundo entero. A medida que crece la población global, también incrementa la presión sobre la tierra para producir más alimentos, leña y materiales de construcción. Se cortan árboles para aumentar la siembra; con frecuencia ya no se deja que la tierra descanse entre cultivos. La deforestación de árboles y bosques afecta directamente el suministro de agua. Menos agua de lluvia penetra el suelo y, en algunos lugares, los pozos y los manantiales se están secando. Las cosechas se van reduciendo a medida que el suelo fértil va desapareciendo.
Generalmente, la conservación del suelo involucra mucho trabajo con pocos beneficios inmediatos. Pueden pasar muchos años antes de que las medidas eficaces de la conservación del suelo se puedan empezar a apreciar. Rara vez es la conservación del suelo considerada como una prioridad entre agricultores pobres cuya mayor preocupación es la de producir suficientes alimentos para este año y con poco tiempo y energías para pensar en la producción de los años venideros. Sin embargo, si el agricultor no conserva su recurso más valioso - el suelo - el futuro se ve poco prometedor.
La conservación del suelo es pocas veces algo sencillo. Sin un sistema seguro de tenencias de tierras, pocos agricultores están dispuestos a hacer el esfuerzo en conservar la tierra para las generaciones futuras. Quizás haya que tomar en cuenta el régimen de tenencia de tierras. Muchas veces, al ser heredada, la propiedad se divide lo cual hace que el fomento de la conservación sea más dificultoso.
El interés por la conservación del suelo no es algo nuevo. Muchos de los programas establecidos en Africa por administraciones coloniales a comienzos de este siglo, tuvieron muy poco éxito. Desde entonces, se han aprendido varias lecciones en el control de la erosión; se han cometido muchos errores; se ha tenido éxito. Si bien los métodos que se desarrollaron varían según la cultura, el clima o el país, hay algunas reglas generales que se pueden aplicar en cualquier parte.
LA ORGANIZACIÓN
Participación
La participación es la clave del éxito. Los agricultores son la parte principal de la solución, no del problema. En algunos países se usaron métodos coloniales para proveer trabajo forzado para programas a grande escala sobre control de la erosión.
Después de la independencia, los gobiernos de estos países tuvieron gran dificultad en motivar a la gente con respecto a la conservación del suelo. En cualquier proyecto hay que ganarse el respeto y la cooperación de la gente local. Es necesario, además, involucrarla desde un principio en todos los aspectos del proyecto desde la planificación, la capacitación y actividades como también el monitoreo y la evaluación.
Motivación y capacitación
Una persona especializada y con mucho conocimiento pero sin motivación, logra poco. Sin embargo, una persona motivada desarrollará con facilidad su propio conocimiento y capacidad. Es necesario asistir a la gente local a entender el por qué de la erosión del suelo y cómo pueden mejorar el manejo de la tierra. Una vez motivada, hay que poner en manos de la misma gente los conocimientos adecuados y no solamente en un grupo de extensionistas.
Use grupos ya organizados
Siempre será más fácil trabajar con un grupo ya organizado (por ejemplo, un grupo de la iglesia, una cooperativa de agricultores o un grupo de defensa para la mujer) que con un grupo formado especialmente.
Qué hacen los otros grupos y las organizaciones (gubernamentales o no gubernamentales) en su región o vecindario? Siempre que sea posible, trabajen juntos para evitar confusiones.
Vida de un proyecto
La vida de un proyecto no debe ser tan corta que no le dé la oportunidad de ser verdaderamente afectivo. La conservación efectiva del suelo requiere varios años para desarrollarse. Los proyectos siempre deben tomar en cuenta el posible retiro de su apoyo externo.
Monitoreo y evaluación
Se tendrán que incluir sistemas adecuados de monitoreo y evaluación en cada proyecto y así poder recopilar información para analizar los costos y beneficios de varias técnicas. El mejoramiento del suelo es un proceso lento. Documente su metodología y mida su éxito.
Un proyecto debe estar dispuesto y capacitado para alterar sus planes de trabajo según los resultados del monitoreo y las prioridades de la gente. La flexibilidad no es necesariamente una debilidad, al contrario puede fortalecer.
ASUNTOS TÉCNICOS
Escoja sistemas apropiados
Hay alguien que haya estudiado los sistemas locales de conservación? Se los podría adaptar o mejorar? Añada a lo que la gente ya sabe o practica. Sistemas apropiados sobreviven con un mínimo apoyo externo.
- Los sistemas que está planificando, son apropiados?
- Usan los recursos locales?
- Son económicos de implementar?
- Serán fáciles de mantener?
- Han sido probados localmente?
Piense con cuidado antes de introducir cualquier sistema de mecanización. Una proyección especial es esencial para asegurar que el proyecto llegue al más pobre.
Asegure beneficios prontos
Los agricultores quieren resultados ahora, y no al cabo de diez años. La técnica, mejora la productividad o hace que el rendimiento sea más seguro? Enfatice la conservación del agua tanto como la del suelo. Quizás los beneficios de la conservación del suelo no se vean por varios años después de que el trabajo se haya hecho, pero los beneficios de la conservación del agua con frecuencia se pueden ver en la cosecha siguiente.
Use incentivos con cuidado
Durante muchos años se ha debatido sobre el uso de incentivos en el trabajo de desarrollo. No es fácil generalizar. Los incentivos pueden ser útiles en algunas actividades de conservación, especialmente ya que hay tan pocos beneficios inmediatos. En general, es mejor evitar dar alimentos o pago en efectivo por trabajo. Herramientas para trabajar pueden ser una elección más apropiada.
Manejo del uso de la tierra
La conservación del suelo y del agua es sólo el comienzo. Se necesita un comité de la comunidad para que se responsabilice del manejo del uso de la tierra, planifique el pastoreo, el control de los arroyos, el suministro de leña, la planificación de las acequias, el buen estado de los manantiales y pozos, etc.
Este artículo está adaptado del prólogo del libro Looking after Our land (Cuidando Nuestra Tierra) que se reseña en la página Recursos. Will Critchley trabaja para el Centro de Servicios de Cooperación y Desarrollo, en Amsterdam y tiene gran experiencia en sistemas de conservación y agricultura en Africa.