por Pam Hollman.
Para lograr un programa exitoso de alfabetización, es fundamental contar con una buena preparación y planificación. La etapa de planificación quizás demore bastante, pero si uno es cuidadoso en este paso, es probable que sea recompensado por un programa exitoso. El consejo que brinda Clinton Robinson de formar un comité comunal es el primer paso importante.
Antes de nada, el comité de alfabetización debe tener bien claras cuáles son las necesidades de la comunidad en lo referente a lectura y escritura. Se necesitará tomar en cuenta el número de los que saben leer y escribir, el nivel de motivación, horario de enseñanza y muchos otros aspectos importantes.
Los métodos de enseñanza y el lugar de aprendizaje deben ser apropiados para los patrones culturales de aprendizaje y para las expectativas de las personas. No es necesario enseñar a leer y escribir en un aula. Quizás sea más apropiado desarrollar la enseñanza de una forma más individual en la cual una persona enseña a una sola persona por vez y luego esa persona enseña a otra, y así sucesivamente.
El comité necesita tener la autoridad para tomar decisiones y decidir sobre el progreso del programa de alfabetización.
Selección de administradores
El secreto de un programa bien administrado es el tener administradores eficientes que puedan organizar, llevar registros, llevar las finanzas, etc. El comité deberá elegir personas que lleven a cabo estas tareas. Tendrán que trabajar a tiempo completo. Esto, por lo tanto, implica buscar fondos para sueldos.
Supervisores y maestros
El comité de alfabetización necesitará identificar personas con habilidades adecuadas para supervisar los materiales de lectura, organizar la capacitación de maestros y establecer las clases. Conviene nombrar a personas con habilidades buenas de comunicación y organización. También sería ventajoso que tengan experiencia en el área de educación.
Los supervisores tendrán que decidir dónde se realizará la capacitación de maestros y las clases de alfabetización. Quizás sea posible usar aulas en las escuelas después del horario escolar. Si las clases se van a realizar en la noche, es importante contar con buena iluminación. La iglesia a lo mejor también tenga salas que se puedan usar. Sin embargo, si el programa está demasiado vinculado con la iglesia, las personas no creyentes pueden pensar que aprender a leer y escribir sólo sea para cristianos y no para todos.
También se pueden impartir clases al aire libre, a la sombra de un árbol si no se puede conseguir otra cosa. Este tipo de arreglo quizás sea preferible para las personas que no estén acostumbradas a sentarse en una situación de aprendizaje formal.
El alimento es otra área de consideración. Si la capacitación de maestros va a durar varios días y la gente viene de lejos para asistir, se tendrá que proveer hospedaje y alimento para lo cual será necesario conseguir fondos.
Financiamiento
¡No es posible llevar a cabo un programa de alfabetización sin fondos! Siempre habrá gastos de papel, lapiceros, pizarras, tiza, impresión y distribución de libros y también sueldos. Lo ideal es que el programa sea gestionado y financiado por la comunidad. Esto sin embargo puede ser difícil al principio. Algunas agencias están dispuestas a apoyar con los costos de impresión, pero hay que solicitarlos - ¡no caerán del cielo! Por lo tanto se tendrán que elegir a algunas personas para que se informen sobre las distintas formas de financiar el programa: averiguando qué financiamiento hay disponible dentro de la comunidad y qué otras posibilidades de financiamiento existen y solicitarlas si fuese necesario. Se deben mantener registros detallados del uso de los fondos y presentar informes a la agencia financiera con regularidad. Para este puesto, es importante nombrar a una persona responsable y de confianza.
Materiales de lectura
Para que un programa de alfabetización tenga éxito, es necesario tener disponible una buena selección de diferentes tipos de literatura. Para enseñar a leer y escribir, normalmente se necesita una serie de libros para principiantes y luego una serie de libros de lectura sencillos para la práctica. Pero eso no es suficiente. Demasiados programas de alfabetización han empezado sin tener una idea clara de cómo se desarrollará la literatura más avanzada. Una vez terminada la serie de libros elementales, si ya no hay más que leer, la gente no podrá continuar practicando su nueva habilidad. Las habilidades se pueden olvidar, y pasa lo mismo con la lectura. Es mucho más difícil motivar a alguien a que aprenda a leer por segunda vez. Es muy importante que desde el principio el comité planifique la producción de diferentes tipos de literatura para mantener el interés de las personas y proveer material para la práctica.
Cuando el programa de alfabetización use un idioma local tal vez no haya mucho material en existencia. Siendo este el caso, será necesario preparar libros. Una manera de hacer esto es organizando un curso para Escritores en el cual seis a ocho personas se reúnan durante dos a tres semanas para aprender a escribir cuentos y a usar otros estilos. Quizás sea necesario llamar a alguien con experiencia para enseñar el curso por primera vez. Se podría pedir a los estudiantes de este curso que escriban los primeros libros para el programa de alfabetización. No todos tienen talento para escribir, pero en un programa de alfabetización hay muchas tareas que hacer. Muchas veces se pueden identificar dentro del curso a las personas que serían buenas como correctores de pruebas o como editores. Estas funciones son tan importantes como la del escritor.
Impresión de literatura
El comité de alfabetización tendrá que buscar dónde imprimir los primeros libros. Tendrá que decidir la calidad que desea - dependiendo de los fondos disponibles. Se podría establecer una imprenta sencilla usando un multicopista manual y esténciles de cera si se pueden conseguir en el país. También es posible usar serigrafía. Este tipo de impresión es muy aceptable para ediciones de prueba. Es sumamente importante poner a prueba todo libro nuevo, y no imprimir una cantidad grande de libros antes de descubrir dónde están los errores y problemas. Una vez que estén impresos los libros, es importante establecer un buen sistema de distribución. Tal vez se necesite un almacén, y una persona responsable para llevar el inventario, es decir, que se encargue de saber cuántos y qué tipos de libros hay y adónde se envían.
Dependiendo de la situación local, pueden surgir dificultades en obtener suficiente papel para la impresión de los libros o quizás la impresión misma sea difícil. Se puede empezar un programa de alfabetización usando rotafolios que contengan cuentos ya que se pueden volver a usar varias veces. Los estudiantes también pueden tener cuadernos para anotar estos cuentos. Esto no sólo les ayudará a crear sus propios libros de cuentos sino que también reforzará el proceso de aprendizaje de lectura. Otra idea muy popular es la de hacer ‘Libros Grandes’. Estos se hacen de hojas grandes de cartulina o papel y son lo suficientemente grandes para que toda la clase los lea - a no ser que haya más de 20 personas. Así se reduce la cantidad de libros que se necesite imprimir. Claro está que sería mejor que los estudiantes tuvieran sus propios libros, pero es mejor compartir y arreglárselas de alguna forma que no tener nada.
Evaluación
Después de un tiempo es importante observar el programa y ver si está logrando sus metas originales. El programa se debe haber establecido de tal manera como para que se puedan hacer las siguientes preguntas respecto a su desarrollo.
- ¿Cuántas personas están aprendiendo a leer y a escribir?
- ¿Cuáles son sus problemas de aprendizaje?
- ¿El método de enseñanza es adecuado? ¿cómo se puede mejorar?
- ¿Hay suficientes libros en producción para facilitar la práctica de lectura y mantener el interés de las personas?
- ¿El contenido y los niveles de lectura de los libros son adecuados?
- ¿Trabajan bien los administradores, escritores, supervisores y maestros? ¿Necesitan más asistencia?
- ¿Hay fondos suficientes?
- ¿Se está desarrollando el auto-financiamiento?
- ¿Se están administrando y registrando bien y acertadamente los fondos?
Por muchas razones, incluyendo la edad y la vista, no es práctico suponer que todos los que intenten leer lo logren. Es razonable esperar que más o menos las dos terceras partes de aquéllos que empiecen a aprender a leer se conviertan en lectores buenos.
Establecer un programa de alfabetización no es fácil e ¡involucra muchos aspectos! Pero la recompensa por todo el trabajo duro es ver el gozo en la cara de los lectores nuevos y ver la dignidad y estima personal que puede causar el poder leer y escribir.
Durante muchos años, Pam Hollman ha trabajado con el Instituto Lingüístico de Verano (SIL) en el sur de Sudán con programas de alfabetización. Su dirección actual es:
SIL, PO Box 44456, Nairobi, Kenia.
Otras agencias afines son...
SIL, 7500 W Camp, Wisdom Road, Dallas, TX 75236, EEUU
SIL, Horsleys Green, High Wycombe, HP14 3XL, Inglaterra
SIL, 1 rue d’Orgemont, 93800 Epinay-sur-Seine, Francia.