Leonille, oriunda de Ruanda, solía sentirse sola y desamparada. Al vivir con una discapacidad, le resultaba difícil encontrar trabajo y no veía la manera de contribuir a las finanzas de su familia. Se sentía rechazada por su comunidad y luchaba por encontrar un propósito en su vida cotidiana.
Sin embargo, una vez que comenzó a reunirse con otras personas con discapacidad de su barrio, Leonille se dio cuenta de que juntas podían lograr más de lo que nunca imaginaron.
Grupo de autoayuda
Leonille contó con el apoyo de AEE, una organización socia de Tearfund, para crear un grupo de autoayuda en su comunidad. Estos grupos son una forma excelente de crear un entorno en el que las personas puedan trabajar juntas hacia objetivos comunes, apoyarse mutuamente y ahorrar para invertir en emprendimientos o hacerle frente a tiempos difíciles.
Leonille comenzó a contactar a otras personas con discapacidad en su comunidad y las animó a unirse al grupo.
«No fue fácil convencer a la gente. La mayoría del grupo se sentía totalmente inútil», —expresó. «Una vez que nos reunimos, pudimos descubrir nuestras habilidades. Tener discapacidad no es necesariamente sinónimo de limitaciones. Nos complementamos según nuestras capacidades y discapacidades».