por Joachim Boehnert.
Nuestra organización, Naturaleza, trabaja en la República Dominicana estimulando la silvicultura. La conservación del suelo fue nuestra primera prioridad. Luego, empezamos a establecer viveros de árboles comunitarios y setos.
Trabajamos en cooperación con ocho grupos de campesinos y cuatro grupos de mujeres. Estamos animando a estos grupos a que formen una federación para que en el futuro ellos mismos se hagan cargo de la planificación y de la administración del trabajo.
La zona donde trabajamos es montañosa y está situada en la provincia de Santiago Rodríguez. La mayor parte de la tierra aquí sólo sirve para sustentar bosques. Sin embargo, debido a que hay tan poca tierra, la gente aún practica la tala y la quema para poder sobrevivir. Como en muchos países latinoamericanos, el 2% de los agricultores son dueños de casi el 50% de la tierra, sobre todo la tierra más fértil. La mayoría de los campesinos tienen muy poca tierra, pobre, de la cual sobrevivir. En los últimos diez años se han secado casi el 10% de los arroyos y de los ríos como consecuencia de la deforestación de los bosques.