Punto de vista comunitario
por Boureima Kabre.
Cuando se inicia un nuevo proyecto comunitario es esencial contar con la participación efectiva de todas las capas sociales que configuran la comunidad. Cada sociedad tiene su propio conocimiento y habilidad particulares que le permiten funcionar, irrespectivamente de lo pobres que puedan ser sus miembros.
Aquí en GRAAP (Grupo de Investigación y de Apoyo para la Autopromoción Campesina) hemos desarrollado un proceso para ayudar a que todos los grupos dentro de una sociedad expresen sus puntos de vista, incluyendo las mujeres y los niños.
La estructura
Cada sector del vecindario está representado por una delegación que consiste de miembros de todos los grupos sociales, incluyendo dirigentes, adultos (tanto hombres como mujeres) y jóvenes. Estos se forman luego en subgrupos que son:
- Grupo de los dirigentes
- Grupo de hombres
- Grupo de mujeres
- Grupo de jovencitas
- Grupo de muchachos
A veces pueden hacerse necesarios más grupos que incluyan a grupos minoritarios tales como agrupaciones tribales, refugiados, minusválidos o trabajadores migratorios. A fin de tener un resultado equilibrado, es útil asegurarse que las cantidades de integrantes de cada grupo reflejen las cantidades reales en la población en su conjunto.
Diferentes preocupaciones
Cada uno de estos subgrupos escoge a un portavoz y a un organizador para dirigir las discusiones. Se discute el mismo asunto en todos los subgrupos, los que hacen una lista de todas sus ideas y las ordenan en orden de importancia. Las tres preocupaciones más importantes se llevan a la Asamblea General de todos los subgrupos. Los portavoces presentan las tres prioridades seleccionadas por su subgrupo, utilizando símbolos cotidianos para representarlas (por ejemplo, una varilla para representar madera, un zapato para representar transporte, frijoles para representar semillas).
Prioridades
Cuando todos los subgrupos hayan presentado sus puntos de vista, todos los delegados pueden tomar decisiones respecto a las prioridades generales como comunidad. Cada persona toma la misma cantidad de guijarros (esto puede basarse en la cantidad de prioridades listadas, pero entre 5 y 10 es una buena cantidad). Colocan sus guijarros a lo largo de los símbolos que representan sus propias prioridades. Al final de la reunión, las personas que no son miembros de los subgrupos suman los guijarros. Utilizando este método, los puntos de vista de los dirigentes reconocidos y los problemas que ellos ven como prioridades no son necesariamente aceptados cómo los más influyentes en forma automática. Así todas las secciones de la comunidad pueden expresar y escuchar los puntos de cada subgrupo, asegurando que las mujeres y los jóvenes tengan la oportunidad de compartir sus puntos de vista. Las prioridades que reciban más votos (guijarros) son así consideradas como las principales para la mayoría de la comunidad y la discusión puede entonces continuar con cómo mejorar y enfrentar estas prioridades.
Cuándo quedarse callado
He descubierto que el mejor método de conducir discusiones es no expresar las opiniones y conocimientos de uno, sino permitir que las otras personas descubran la situación por si mismas y luego piensen acerca de ella y actúen consecuentemente. Esto se puede lograr usando el arte de preguntar con habilidad, tal como lo hizo Jesús (Lucas 7:36-43). A veces, sin embargo, hay situaciones difíciles o embarazosas que la gente evitará enfrentar y puede que no haya alternativa sino expresar, con tacto, nuestras opiniones e impulsar a la acción (Mateo 12:9-13, Lucas 14:1-6).
No debemos vacilar en compartir la verdad si es necesario, ya que somos la sal y luz del mundo (Mateo 5:13-16).
Boureima Kabre es un facilitador que trabaja en GRAAP. Su dirección es BP 143, Koujiela, Burkina Faso, Africa Occidental.