Miles de niños por todo el mundo están en peligro de muerte o lesiones causadas por minas explosivas y bombas sin explotar. Se calcula que 100 millones de minas explosivas yacen enterradas en diferentes países. Estas son usadas por militares y terroristas; se pueden obtenir fácilmente y son baratas. Las minas explosivas deben eliminarse para evitar la muerte y mutilación de niños y adultos, pero esto es difícil, lento y caro ya que muy pocas regiones tienen mapas para mostrar dónde se han puesto las minas. Los niños pueden aprender a estar alertas al peligro en regiones donde se conoce que existen minas y otras armas sin explotar, a aprender cómo evitarlas y a animar a otros a hacer lo mismo.
Las minas explosivas vienen en muchos tamaños, formas y colores diferentes. Normalmente están pintadas para dificultar que se las vea: verde en zonas boscosas y castaño o negro para las zonas de cultivo. Sea cual sea el diseño de una mina explosiva, ésta no puede distinguir la diferencia entre la guerra y la paz, o la diferencia entre los pasos de un niño o de un soldado.