Derechos de propiedad tradicionales y biopirateria
por Nigel Poole.
Durante muchos siglos, el valor medicinal de las hojas y semillas de neem (Azadirachta indica) ha sido conocido en la India, su país de origen. Los productos de neem tienen valiosas propiedades medicinales y muchos usos tradicionales como medicinas, pesticidas, repelentes de insectos, fertilizantes, comida para diabéticos, jabones, pasta dentífrica y contraceptivos.
Recientemente ha habido mucha investigación para analizar y demostrar estas propiedades. Los productos de neem también son comercialmente importantes. La industria del neem en la India, y en otros países donde se ha introducido, se ha enfocado particularmente en producir pesticidas que no dañen el medio ambiente.
No es sorprendente que haya interés comercial en gran escala por el neem. Desde los años cincuenta, se han sacado muchas patentes para los productos del neem en los EE.UU, Japón y en países europeos, cubriendo una gama de productos desde pasta dentífrica hasta contraceptivos.
En 1994, una empresa estadounidense y el Departamento de Agricultura de los EE.UU. obtuvieron la concesión conjunta de una patente para un fungicida hecho de aceite del neem. Esta decisión trajo considerable oposición de ONGs y de organizaciones medioambientales que se oponen a la biopiratería. Se redactó una petición contra esta patente, que sostuvo:
- los recursos biológicos son una herencia común y no deben ser patentados
- una patente impediría a las comunidades locales (que han usado el producto durante siglos) continuar usando el neem
- la patente podría bloquear el desarrollo económico en países en vías de desarrollo.
La Oficina Europea de Patentes estuvo de acuerdo en retirar la patente en mayo de 2000, arguyendo que nada se ha inventado, y que el conocimiento y el uso de neem habían sido generalizado en la India y otros lugares durante muchas décadas. El apoyo de la India fue vital para rescindir la patente. Ahora es probable que las leyes indias para prevenir la biopiratería sean fortalecidas.
¿Cuál es el problema?
La biopiratería es ahora un tema de mucha preocupación, y el neem es sólo un ejemplo. La Organización de Comercio Mundial todavía permite la ‘propiedad’ o patentado de materiales genéticos a menos que, como con el neem, pueda demostrarse que el desarrollo de un producto no es nuevo porque es de conocimiento tradicional.
¿Qué puede hacerse?
Lo que está en juego son los derechos de la gente en los países pobres, particularmente los usuarios tradicionales de productos de plantas y de animales autóctonos, para continuar usando esos materiales. Por ejemplo, el derecho de los agricultores para guardar su propia semilla sin pagar derechos a las empresas de semillas. ¿Qué puede hacerse si los forasteros amenazan el sustento de comunidades que tradicionalmente usan un producto a punto de ser patentado? Anivel de la comunidad, el documentar el conocimiento tradicional de productos de las plantas por parte de la gente de la localidad tiene muchos beneficios. Esto puede incluir la protección de los usuarios tradicionales contra las demandas falsas sobre los llamados ‘nuevos’ productos, procesos y usos.
En segundo lugar, se necesita redactar nuevas leyes para proporcionar protección adecuada para el uso de los recursos tradicionales por parte de la gente pobre. Las organizaciones locales de defensoría de derechos como la Fundación de la Investigación para la Ciencia, Tecnología y Ecología de la India, han sido importantes para proteger el conocimiento tradicional de la explotación comercial. Hay organizaciones internacionales que están trabajando, tales como la Organización Mundial de Propiedad Intelectual de la ONU.
La biodiversidad es una cuestión de vida o muerte para las plantas y animales. La biopiratería puede o no dañar la diversidad biológica, pero ciertamente dañará las posibilidades de compartir en forma justa y equitativa los beneficios de usar los productos naturales. En ciertos casos, la biopiratería pueden significar vida o muerte para las comunidades locales. por Nigel Poole
Nigel Poole es profesor en economía agrícola en el Imperial College de Wye, Ashford, Kent, TN25 5AH, Reino Unido.
La información para este artículo proviene de Down To Earth: Vol 9, No 2, p13 (2000).
Websites útiles: www.biodiv.org www.wipo.org/traditionalknowledge/introduction