Una de las cosas más tristes en la vida es perder el contacto con los amigos y los familiares. En el mundo actual hay cada vez más migrantes. Algunos han emigrado para ganar más dinero, otras son emigraciones forzadas. Al mejorar la tecnología y difundirse por el mundo, la comunicación entre los seres queridos se ha vuelto cada vez más posible y económica. También puede vincular a las personas pobres con un flujo de recursos que de otro modo se perderían.
La comunicación internacional
Las personas que emigran internacionalmente por razones económicas a un país vecino, a Europa o a los Estados Unidos de América ahora pueden mantenerse en contacto usando nuevas tecnologías como ‘Acceso de voz sobre protocolo de Internet’ (VoIP, por sus siglas en inglés). El VoIP es la capacidad de convertir una voz (la llamada telefónica) en data, para enviarla a través de Internet y luego convertirla de nuevo en voz. Un ejemplo de VoIP es Skype. El VoIP significa que en muchas situaciones puede realizarse una llamada de larga distancia gratuitamente o por un bajo costo. Algunos gobiernos en el sur se resisten al VoIP para proteger las ganancias de las grandes compañías de telecomunicaciones. En algunos países las llamadas por VoIP desde cibercafés son ilegales. No obstante, en la mayoría de los casos, los migrantes internacionales pueden comunicarse con sus hogares por una fracción del costo de antes.
Comunicación interna
Los sistemas telefónicos móviles locales también están haciendo la vida más fácil. Puede que las familias rurales no tengan su propio teléfono, pero cada vez tienen mayor acceso a teléfonos a través de amigos y vecinos.
Los beneficios de mantener la comunicación
La comunicación entre los migrantes y su familia no se trata simplemente de amor y amistad. También necesitan saber que cada uno esté en salud y bien.
Las personas permanecen en contacto para mantener su ‘capital social’. El capital social es la red de personas que están disponibles para ayudar, apoyar y animar a una persona. Las personas también se mantienen en contacto para mantener su ‘capital económico’. Los migrantes internacionales actualmente envían a sus hogares billones de dólares por medio de banca formal y sistemas de transferencia de dinero. El dinero que los migrantes envían a sus hogares se denomina remesas. En algunos países, las remesas equivalen a más del diez por ciento del ‘ingreso’ total del país.
Los migrantes internos a menudo también envían dinero a sus familias. No hay cifras precisas disponibles, pero las encuestas sugieren que aproximadamente 15 a 20 por ciento de las personas pobres en zonas urbanas envía dinero a sus familias rurales. Este flujo está en aumento debido a que los teléfonos móviles les han permitido a las personas hacer lo siguiente:
- que las familias rurales hagan llamadas telefónicas ‘recordatorias’, como ‘se venció el pago de la cuota escolar. Puedes enviar algo de dinero’.
- transferir dinero a través de los teléfonos móviles. En el 2007, Safaricom lanzó un sistema denominado Mpesa, con apoyo de agencias internacionales. Muchas personas en Kenia que no tienen una cuenta bancaria completa ahora tienen un modo de transferir y manejar dinero. Un inmigrante puede depositar efectivo con un agente local y se le entrega un código. Esta persona a su vez transmite el código a la persona a quien quiere transferir dinero, quien puede convertir el código en efectivo con su agente local.
Nuevas tecnologías de comunicación están proporcionando a los inmigrantes internacionales e internos un nuevo modo de mantener el amor y el cuidado de sus familias: al escuchar esa voz amistosa, al enterarse de sus seres queridos y al orar por sus problemas, así como al enviar dinero tanto de manera regular como en tiempos de crisis.
Simon Batchelor es un asesor independiente.
E-mail: [email protected]
Sitio web: http://www.gamos.org/