Dado que la conferencia internacional sobre el cambio climático a finales del 2010 en Cancún, México, logró resultados desalentadores, tendremos que recurrir a hacer nuestra parte para proteger el medio ambiente. Esto incluye cuidar de los árboles y los bosques, porque la tala y la degradación de los bosques representa casi el 20% de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero. Muy aparte de todas las demás pérdidas provocadas por la destrucción de los bosques – los hogares y las fuentes de subsistencia de los pueblos indígenas, la biodiversidad, la protección del suelo y un sin fin más – este vínculo con nuestra atmósfera se considera cada vez más un tema crucial. ¿Y qué se está haciendo al respecto?
REDD
Esta sigla significa ‘reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal’ y es una iniciativa respaldada por la ONU para enfrentar el continuo problema de la pérdida de bosque, específicamente en los trópicos. No es barato, pero sí representa un intento coordinado, región por región, para tratar de llegar a entender un problema increíblemente complejo. Como siempre, resulta difícil establecer la definición: ¿qué es un bosque ‘degradado’, y por tanto elegible para recibir dinero para apoyar la reforestación? Hay cierto debate sobre el modo en que REDD será financiado – con opciones que varían desde el intercambio de carbono, un fondo especial o una combinación de ambos, y el debate sobre este asunto es feroz. (El intercambio de carbono les permite a los países y empresas que estén produciendo por debajo de su cuota de dióxido de carbono vender la concesión restante como crédito a otros países y empresas que no han cumplido con sus propias cuotas). Recientemente la iniciativa ha sido aumentada a REDD-plus, cuyo objetivo es reducir las emisiones de la deforestación y la degradación del bosque y respaldar el papel de la conservación, la gestión sostenible de los bosques y una mejora en la cantidad de carbono mantenido en los bosques de los países en desarrollo. Existen inquietudes de que a pesar de parecer un desarrollo positivo, REDD-plus podría afectar los derechos de los pueblos indígenas en los bosques, y posiblemente conducir a que algunos bosques sean convertidos en plantaciones industriales de árboles con implicaciones para la biodiversidad.
Bosques plantados
El concepto del bosque plantado (véase la casilla) es de importancia porque la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha ensamblado algunos datos sorprendentes. En el 2005, cuando la FAO recolectó datos sobre los bosques plantados utilizando esta definición más amplia, se descubrió que los bosques plantados equivalen a aproximadamente 280 millones de hectáreas o casi un 7% en superficie de los bosques del mundo. La sorpresa fue que esta pequeña proporción en superficie estaba suministrando un gran por ciento de los productos de madera del mundo: en unos pocos años aproximadamente el 70% de los productos forestales del mundo provendrán de únicamente el 7% de sus bosques.
Esta conclusión tiene implicaciones trascendentes. Esto significa que por fin la producción maderera está siguiendo los pasos de la agricultura y está concentrada en la gestión intensiva de relativamente pocos bosques. Lo más importante es que esto significa que las empresas no necesitan explotar los bosques naturales más grandes del mundo para fabricar productos de madera, aunque los mismos podrían ser destruidos por otras razones.
Volviendo al cambio climático
La deforestación contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, ¿y qué tal la siembra de árboles para absorber el carbono? Esta atractiva idea es menos contundente que lo que parece. Ciertamente en el transcurso de su vida los árboles almacenan o capturan el carbono, pero debemos estudiar cuidadosamente si otros aspectos de la gestión deshacen lo bueno. Por ejemplo, si el cultivo de la tierra antes de la siembra libera mucho dióxido de carbono (en forma de materia orgánica desintegrada) o si se necesita una protección costosa, el equilibrado de carbono – como se le denomina – quizás no sea tan positivo. Sin embargo, si la leña y la madera de los bosques plantados pueden ser utilizadas más ampliamente, e incluso en lugar de materiales ricos en energía como el acero, el aluminio y el cemento, donde sea adecuado, entonces pueden lograrse las reducciones.
Los bosques del mundo son un valioso regalo de Dios. ¡Cuidémoslos sabiamente y recordemos que hasta el mismo Dios se deleita en contemplar los árboles! (Génesis 2:9)
Julian Evans es el autor de 12 libros, incluyendo Plantation Forestry in the Tropics [Plantación forestal en los trópicos]. Él editó y es el autor parcial de un libro para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), titulado Planted Forests – uses, impacts and sustainability [Bosques sembrados, usos, impacto y sostenibilidad], publicado en 2009. Él es el vice presidente del Commonwealth Forestry Association [Asociación Forestal del Commonwealth] y fue miembro de la Junta Directiva de Tearfund durante 19 años.
Bosques plantados
Una categoría de bosques denominada ‘bosques plantados’ incluye:
- plantaciones de árboles
- bosques autóctonos que han sido regenerados por medio de la plantación de árboles
- algunas formas de agrosilvicultura (siembra de árboles junto con ganado o cosechas cultivables)
- siembra dentro y alrededor de los hogares y las aldeas para obtener madera para leña, postes de construcción, material para vallas, etc.