Inicialmente, Here is Life brindó apoyo a las iglesias locales para que llevaran a cabo una encuesta con el objetivo de identificar los problemas comunes que conducen al conflicto actual entre las comunidades de acogida y las de personas refugiadas. El Asentamiento de Refugiados de Bidibidi está dividido en cinco zonas. La encuesta se realizó en la Zona Cuatro y cubrió cuatro aldeas diferentes de personas refugiadas, así como una aldea de la comunidad de acogida que rodea la Zona Cuatro.
Se identificaron varios problemas, los cuales giran principalmente en torno al uso de la tierra y de los recursos naturales, la desigualdad en el acceso a los servicios y las diferencias culturales entre las comunidades de acogida y las comunidades de personas refugiadas. Por ejemplo, las comunidades de personas refugiadas descubrieron que sus cultivos estaban siendo destruidos por el ganado errante de la comunidad de acogida, mientras que la comunidad de acogida identificó un aumento en la deforestación y en la degradación ambiental debido al incremento en la demanda de leña y madera de las comunidades de personas refugiadas. Ambas comunidades también identificaron el uso indebido de drogas y un aumento en la criminalidad, entre lo cual señalaron los casos de robo y violación, como asuntos clave a abordar.
Tras haberse realizado esta encuesta, se identificaron diez líderes comunitarios de cada aldea y fueron invitados por las iglesias locales a asistir a reuniones de diálogo como una oportunidad para hablar sobre los desafíos hallados y buscar soluciones. Los líderes también invitaron al Refugee Welfare Councils (RWC), una estructura de liderazgo local que trabaja en pro de las comunidades de personas refugiadas. Esta estructura está compuesta por líderes electos entre las personas refugiadas, que actúan como punto de contacto entre su comunidad y los programas y organizaciones de apoyo a nivel local. Las personas que lideran el Refugee Welfare Councils (RWC) desempeñan un papel clave en la implementación de la protección física y el acceso a la justicia para los personas refugiadas en sus comunidades. Además de los líderes comunitarios y de los miembros del Refugee Welfare Councils (RWC), también asistieron a la reunión representantes del gobierno local, personas respetables de la comunidad, líderes de los grupos de mujeres y de jóvenes, junto con líderes religiosos de denominaciones cristianas y musulmanas.
Después de las reuniones de diálogo, los líderes de ambas comunidades pudieron elaborar un plan de acción práctico para abordar los problemas identificados. Esto incluyó, entre otras cosas, acordar que cuando una persona refugiada necesite recursos como madera o leña, deberá solicitar permiso al propietario o propietaria o a la comunidad de acogida. También acordaron implementar un reglamento para limitar la circulación de animales domésticos, que aplique a las subzonas territoriales, y se alentó a ambas comunidades a plantar árboles para combatir el problema de la deforestación y la falta de madera.
Estos diálogos exitosos fueron transmitidos en vivo por Voice of Life, una estación de radio propiedad de Here is Life, que es ampliamente escuchada en la región y es popular entre las comunidades de acogida y de personas refugiadas. A partir de esa reunión, el nivel de cooperación entre ambas comunidades ha aumentado. Una persona refugiada y líder de una iglesia compartió la diferencia que ha marcado la capacitación en la labor de incidencia y de construcción de paz. Estas fueron sus palabras:
«El diálogo fue útil para ayudar tanto a las comunidades de acogida y de personas refugiadas a apreciar más los recursos que Dios ha puesto a su disposición en el área del asentamiento y darse cuenta de que tienen que compartirlos y usarlos de manera razonable. El robo de mangos y leña solía ser una de las principales fuentes de conflicto, pero durante las reuniones de acordó que los niños y niñas podían pedir humildemente mangos y leña —en lugar de simplemente tomarlos sin permiso—, y desde entonces los conflictos con las comunidades de acogida han disminuido mucho».