En Chad, los desacuerdos entre criadores de ganado y agricultores son comunes; en particular, cuando los animales dañan los cultivos. Estos desacuerdos pueden provocar violencia e, incluso, la muerte de las personas involucradas.
Younous Dout, un líder comunitario en la provincia de Batha comenta: «Las disputas no siempre se resuelven de forma transparente. Con frecuencia, las personas que deciden cómo resolver los casos reciben sobornos, y la reparación no es justa.
Por ejemplo, por un campo de sorgo con una producción estimada de seis bolsas, cuyo valor total es de 120 000 francos centroafricanos (aprox. 193 dólares estadounidenses), al agricultor le dirán que solo puede recibir en compensación de 20 000 francos, lo que representa el valor de una sola bolsa».
Recientemente, Younous ha recibido capacitación en resolución de conflictos de una organización local llamada Projet Évangélique de Développement Communautaire (Proyecto Evangélico de Desarrollo Comunitario). Ahora está a cargo de un comité de gestión de conflictos que incluye a criadores de ganado, agricultores y representantes del Gobierno y de grupos comunitarios.
«Cinco bueyes de Abakar, un criador de ganado, arruinaron el campo de sorgo de un agricultor llamado Brahim», nos cuenta Younous. «De repente, ambos hombres comenzaron a discutir y se amenazaron con hacerse daño. Brahim nos llamó, y de inmediato nos dirigimos al campo. También invitamos a Abakar a que nos acompañara. Juntos, evaluamos y estimamos el daño.
Tanto Abakar y Brahim aceptaron la estimación y al día siguiente Abakar le llevó el dinero de la multa al jefe local en presencia del comité de gestión de conflictos, quien se lo entregó a Brahim.
Los conflictos que llevaban a la pérdida de vidas ahora se están empezando a resolver de forma pacífica, lo que nos produce una gran dicha. La desconfianza ha comenzado a desaparecer poco a poco».