por la doctora PM Goode.
Y Dios dijo asimismo: “Produzca la tierra yerba verde y que dé simiente y plantas fructíferas que den fruto conforme a su especie y contengan en sí mismas su simientes sobre la tierra”. Y así se hizo. Y vio Dios que la cosa era buena. Libro de Génesis 1:11-12
En todas partes del mundo se lucha por proveer de suficientes alimentos a la familia, sobre todo alimentos básicos. Por lo general, el cultivo de alimentos se hace, o a gran escala, bajo condiciones de agricultura tecnificada, en vastos campos agrícolas, o en pequeña escala, en cualquier huerto cerca del hogar. Estos huertos familiares son comunes en el sur-este de Asia y en el oeste del África y son de gran importancia pues suministran variedad y valor nutritivo a la dieta familiar. Tienen muchas ventajas; por ejemplo:
- Son pequeños y se pueden cercar
- Están cerca del hogar
- Se pueden mezclar cultivos anuales y perennes
- La tierra se cultiva al máximo
- Hay cosechas varias veces al año
- La tierra está siempre cultivada
- Sólo se utilizan herramientas de jardinería
En la mayoría de estos huertos se mezclan cultivos de árboles (por su fruto o para leña) con plantas perennes como la yuca o mandioca y guisantes o arvejas también llamadas cajanus cajan; un buen surtido de vegetales (hortalizas) con algún cultivo básico como ñame, maíz o sorgo y plantas que cubran el suelo como judías, habas. Estos cultivos deben crecer juntos para sacarle mayor provecho al pequeño espacio disponible. Así, puede haber sembrados de maíz, tomates y es alrededor de árboles de plátano y papaya. También gallinas, patos y conejos pueden formar parte de estos huertos.
Los huertos familiares, si están bien administrados, pueden producir comida para la familia en grandes cantidades. Hay que tener cuidado en mantener la tierra bien fértil echando estiércol, abono y sembrando hortalizas como es, arvejas o guisantes.
Un huerto bien administrado demuestra como se puede obtener un buen equilibrio entre gente, sembrados y animales. Esta, creo yo, es la clave de nuestra capacidad para administrar lo que Dios ha creado. Dios creó el mundo y “Vio que la cosa era buena”.
La doctora Pamela Goode está especializada en Botánica Agrícola y trabaja actualmente en la Unidad de Recursos de Medio Ambiente de la Universidad de Salford. Trabajó muchos años en Uganda y tiene un interés especial en las plantas silvestres comestibles como alimento recursivo.