Bob Hansford
Los desastres afectan prácticamente a todos los ámbitos de la vida, pero los medios de subsistencia son los que más sufren las consecuencias. A veces, los efectos en la capacidad de la gente para ganarse la vida resultan más graves que los daños en las viviendas o las lesiones físicas. Si los ingresos pueden restablecerse rápidamente, los sobrevivientes podrán satisfacer el resto de sus necesidades. A continuación, ofrecemos algunos consejos que las ONG y los trabajadores de la comunidad pueden dar a la gente que vive en las zonas propensas a los desastres.
Como primer paso, se recomienda identificar los peligros más comunes que afectan a su zona, como inundaciones, huracanes, sequías o incendios. En segundo lugar, haga una lista de los diferentes tipos de daños que estos peligros podrían causar a su medio de vida. En tercer lugar, intente pensar en las maneras en que puede minimizar el impacto, o acciones que puede llevar a cabo para proteger los activos y productos que forman parte de su medio de vida. A continuación, le sugerimos algunas ideas:
- Proteja los activos clave. En una zona propensa a las inundaciones, intente almacenar en un lugar alto dentro de su hogar las herramientas que utilice para su subsistencia, las semillas y los productos que espera vender envueltos o sellados en bolsas de plástico si puede conseguirlas. Otra posibilidad es sellar los artículos con una doble capa de plástico y enterrarlos. Identifique lugares seguros para los artículos de mayor tamaño, como botes, donde puedan amarrarse firmemente.
- Evacue. Traslade al ganado a terrenos más altos en cuanto haya alerta de inundaciones o huracanes. Evacue a su familia y la mayor cantidad de artículos para su subsistencia que pueda llevar consigo.
- Diversifique. Intente no depender completamente de una sola actividad generadora de ingresos o de un solo cultivo. Utilice parte de sus tierras disponibles para otro tipo de alimento o cultivo comercial, de preferencia uno que pueda cultivarse fuera de la temporada de desastres. Ponga en marcha nuevas iniciativas, como crianza de pollos, patos u otro tipo de animales pequeños; cultivo de vegetales o actividades no relacionadas con la agricultura, como peluquería o sastrería.
- Ahorre dinero. Durante las temporadas en que su negocio vaya bien, deposite algo de dinero a la semana en una cuenta bancaria o de ahorro colectivo. Este dinero aumentará paulatinamente y, en caso de que la familia se vea afectada por un desastre, representará una fuente de capital para reemplazar equipos, comprar semillas, etc.
- Piense en alternativas. Trate de pensar todo el tiempo en fuentes alternativas de materias primas o en lugares donde vender sus productos si los lugares donde normalmente los vende dejan de estar disponibles.
- Modifique las prácticas agrícolas. Solicite asesoramiento especializado sobre nuevas variedades de cultivos, y pruebe las que son más resistentes a los peligros como la sequía (entre los cultivos comunes y resistentes a la sequía, se incluyen el mijo, el sorgo, la yuca y la soya verde). También se pueden plantar varios cultivos en un mismo campo o adoptar métodos agrícolas de conservación. Puede solicitar más asesoramiento sobre este tema a funcionarios gubernamentales y las ONG.
Bob Hansford era asesor de reducción de riesgos de desastres de Tearfund.
Correo electrónico: [email protected]
Cómo reiniciar un negocio tras una crisis
por Dora Piscoi
Cuando ocurre un desastre, la gente suele verse forzada a vender sus pertenencias para poder satisfacer sus necesidades básicas, como alimentos y medicamentos. Mientras no puedan atender estas necesidades urgentes, no podrán reiniciar sus negocios. No obstante, para seguir manteniendo a sus familias deben recuperar sus principales fuentes de ingresos.
Por lo tanto, un importante primer paso es minimizar la necesidad que tiene la gente de vender los activos físicos que forman parte de su medio de vida (como ganado o equipos agrícolas) o de gastar el dinero que necesitan para invertir en su medio de vida. Si ya lo ha hecho, apoyar a las familias a satisfacer las necesidades urgentes y a reemplazar estos activos puede ayudarlas a retomar el camino hacia la recuperación.
Cuando se dan las condiciones económicas, una de las mejores maneras de lograrlo es proporcionando subvenciones en efectivo. Cuando la gente tiene dinero en efectivo, puede decidir por sí misma cómo gastarlo. Por ejemplo, pueden utilizarlo para pagar el alquiler de sus viviendas con el fin de poder quedarse en sus hogares antes de reinvertir en sus negocios. La flexibilidad y el poder de decisión contribuye a la dignidad de las personas.
Dora Piscoi es asesora de programas de transferencia de efectivo de Tearfund.
Correo electrónico: [email protected]
Estudio de caso: Una máquina de coser en Nepal
por Rolf GugelmannNo podía ocurrir en el peor momento. Una semana antes del terremoto de Nepal de 2015, Kopila Shresta y su marido se habían mudado de su pueblo a Katmandú, la capital del país. Kopila se había capacitado en sastrería femenina y quería ganarse la vida en la ciudad. Cuando ocurrió el terremoto, perdió sus pertenencias, incluida su valiosa máquina de coser.
Kopila estaba desesperada. A pesar de ello, comenzó a asistir a la capacitación para pequeñas empresas que ofrecía la organización missionFACTORY Suiza. Los mentores de missionFACTORY la ayudaron a reflexionar cuidadosamente sobre su idea de negocio de sastrería. Kopila no sabe leer ni escribir (excepto su primer nombre y los números), por lo que su mentor la ayudó a redactar un plan de negocios. Con este plan, pudo acceder a financiamiento para el inicio de actividades, que destinó a la compra de dos nuevas máquinas de coser y otros equipos.
En agosto de 2016, antes del principal festival nepalí, Kopila puso en marcha su negocio de sastrería. El primer mes, obtuvo una ganancia de 15 000 rupias nepalíes (unos 145 dólares estadounidenses). El segundo mes, sus ganancias aumentaron a 20 000 rupias (unos 194 dólares estadounidenses). Pronto vio una nueva oportunidad de negocio adicional y comenzó a ofrecer capacitación en sastrería a otras mujeres. Esto aumentó sus ganancias.
«Estoy muy contenta y aliviada», afirmó Kopila. «Este negocio me permite llevar una vida independiente. La capacitación me ayudó a monitorear y controlar las finanzas de forma sistemática y a entender la importancia de un buen servicio al cliente». No obstante, el mayor beneficio para Kopila fue la mejora de su autoestima. «¡He logrado algo por mí misma!», afirma.
Rolf Gugelmann es gestor de proyectos de missionFACTORY Suiza.
Sitio web: www.mf-ch.org (in German)
Correo electrónico : [email protected]