Realizar deportes puede mejorar enormemente la salud física y emocional de los jóvenes. También puede aumentar la confianza, promover la participación positiva en la sociedad y ayudar a adquirir un sentido de esperanza para el futuro.
Gracias al deporte, los jóvenes aprenden valores clave, como la honestidad, el trabajo en equipo, el juego limpio y el respeto por los demás, así como a seguir reglas. Los ayuda a aprender a competir y a saber ganar y perder.
El deporte es una actividad atractiva para la gente joven, y puede constituir una buena base para programas de consolidación de la paz, salud, educación y de otros tipos.
A continuación, explicamos algunos de los principales aspectos que hay que considerar al desarrollar programas de deportes.
La salud física
Uno de los beneficios más evidentes del deporte es la buena salud física. El ejercicio puede ayudar a reducir el riesgo del sobrepeso, las enfermedades cardíacas, la diabetes y otros problemas médicos.
Es importante enseñar a los participantes a evitar lesionarse. Por ejemplo, realizar un precalentamiento adecuado, mejorar el nivel de estado físico de forma gradual y saber cuándo parar y tomarse un descanso. Como parte de los programas deportivos, puede proporcionarse orientación sobre alimentación sana, salud sexual y los peligros del tabaco, las drogas y el alcohol.
La salud mental
La actividad física puede combatir la ansiedad y mejorar la sensación de bienestar y autoestima. Además, poder hablar sobre los problemas con amigos y personas mayores que sean ejemplo para los jóvenes, les puede ayudar a encontrar soluciones a los asuntos que los aquejan.
Para las personas que han sufrido un trauma (por ejemplo, debido al fallecimiento de un familiar, la guerra, la violencia, el rechazo o un desastre natural), el deporte puede resultarles sumamente útil para recuperarse. El ejercicio, las amistades, la diversión y la oportunidad de hablar pueden ser beneficiosos para una persona que intenta asimilar la experiencia por la que ha pasado.
La accesibilidad
Para las personas con discapacidad, hacer deportes puede ayudarlas a aumentar la confianza en sí mismas y la autoestima. Siempre que le sea posible, facilite la participación de las personas con distintos tipos de discapacidades.
Tenga en cuenta que, si bien algunas discapacidades son evidentes (por ejemplo, la movilidad limitada), muchas de ellas son relativamente poco evidentes (por ejemplo, la depresión, la deficiencia auditiva y algunas discapacidades intelectuales). Intente incluir varios deportes diferentes para que su programa atraiga al mayor número de personas que sea posible.