La historia de Eliseo y Naamán.
El animador es la persona en el medio – el intermediario de Dios. El siguiente es un ejemplo de las personas que Dios ha usado como intermediarios en el pasado.
Lea 2 Reyes 5:1–14. Esta historia nos cuenta de ‘tres sirvientes en el medio’.
Primero está la muchachita que sirvió a la esposa de Naamán (v 3). Su compasión y su fe fueron los primeros pasos hacia la curación total de Naamán.
Luego está el sirviente de Eliseo que fue enviado como mensajero (v 10) ’Vé y lávate siete veces en el río Jordán’. Para que Naamán se curara completamente, Eliseo tenía que dar el mensaje leal y exactamente.
Por último están los sirvientes de Naamán en el versículo 13. Tuvieron el coraje de acercarse a Naamán cuando estaba enojado. Su cuidado y su sensatez ayudaron a que Naamán se curara.
Todos estos ejemplos nos demuestran que nunca es fácil ser el intermediario. Involucra mucho trabajo, coraje y a menudo uno es malentendido. Además de requerir buenos conocimientos técnicos y destrezas, también se necesita determinación, amor, compasión y tacto. Sobre todo, es el llamado especial de Dios y necesita el poder del Espíritu Santo.
El modelo de un animador cristiano es el mismo Jesús, pués él estaba en el medio:
- entre Dios y el hombre
- entre la Luz y la Oscuridad
- entre la Vida y la Muerte.
Ore por las personas de su comunidad que actúan como intermediarias – animadores, promotores de salud, maestros, pastores, etc. Piense cómo les puede dar más apoyo y demostrarles más comprensión en sus papeles difíciles.
por Ian Wallace