Cuando nosotros los cristianos participamos directamente en defensoría de derechos, ya sea que nuestra preocupación sea de apoyar la vida de un individuo o de una comunidad entera, nuestra participación refleja la madurez y conciencia de nuestra fe compartida. La salvación individual deja de ser nuestro objetivo principal. La defensoría de derechos es el punto de partida de un proceso en el que nos hacemos responsables de lo que Dios ha pedido de nosotros desde el principio: cuidar de las vidas de nuestros hermanos y hermanas.
Nosotros los cristianos no podemos permitir que sean ‘sólo otras personas’ las que claman por la justicia y la sostienen. El exigir justicia no debe hacernos sentir culpables: es el no hacerlo que debe hacernos sentir culpables por no hacer lo que Jesús nos ha ordenado.
Alexis Pacheco, Asesor Regional de Tearfund, Honduras
Junto a los Batwa
La gente de Batwa en Burundi es el tercer grupo étnico en cuanto a su tamaño. Tradicionalmente ha tenido pocas oportunidades de recibir educación o atención de salud y no tiene acceso a tierras de cultivo. Son pigmeos y bien conocidos por sus habilidades en alfarería, pero normalmente se consideran como una clase de sirvientes. Los Ministerios del Reavivamiento Africano (African Revival Ministries – ARM) han designado recientemente a un estudiante de derecho como especialista en defensoría de derechos. Esperan trabajar con la gente de Batwa para ayudar a mejorar su situación de varias maneras, tales como alojamiento, capacitación, atención de salud, capacitación en alfabetización, mayor desarrollo de su habilidad en alfarería y créacion de nuevas iglesias. A través del apoyo y amor exhibido entre los trabajadores del ARM y los Batwa esperan mejorar su confianza en sí mismos y su habilidad para participar en la sociedad más amplia, sin perder sus propias tradiciones y cultura. Inicialmente, se ha comenzado con la alfabetización de adultos y la educación de salud y ahora ARM está presionando al gobierno para animarlos a proporcionar educación para todos los niños de Batwa.
Desafiando el sistema
En Camboya la organización CORD (Extensión de Alivio y Desarrollo Cristiano) coopera con las autoridades a nivel de pueblo. Ellos han identificado la necesidad de que las comunidades y las autoridades locales enfrenten la corrupción. En una región, la comunidad excavó un canal como parte de una programa de Alimentos para Trabajo unido al Programa Mundial de Alimentos. Cuando llegaron los sacos de arroz que les habían prometido a cambio de este trabajo, se descubrió que tenían menos peso. En el pasado la misma comunidad había aceptado 3kg por persona cuando se les habían prometido 10kg por persona.
Luego de algunas reuniones acerca de la necesidad de enfrentar la corrupción, esta vez la comunidad se negó a aceptar el arroz hasta que se les diera la cantidad correcta. El supervisor del Programa Mundial de Alimentos amenazó con llevarse el arroz hasta que firmaran el recibo falsificado. La comunidad continuó resistiendo con firmeza y se les quitó el arroz. Dos semanas después el arroz volvió – esta vez con la cantidad correcta – y a lo largo del país muchos organizaciones locales informaron que ellos también estaban recibiendo ahora cantidades correctas de arroz. La comunidad había desafiado al sistema y, como resultado, se beneficiaron muchos otros.
Simon Batchelor
Dientes de cocodrilo
Hay un cuento de un cocodrilo que intimidaba a todos los otros animales, tirándoles dentelladas y mordiéndolos para asegurarse de salirse siempre con las suyas. Los otros animales, incluso los más grandes, que vivían todos con miedo al cocodrilo que tenía tan mal genio y dientes tan afilados. Finalmente llegó el día en que los animales comprendieron que todos compartían el mismo miedo y que trabajando juntos podían hacer algo. Decidieron que la próxima vez que el cocodrilo le tirase una dentellada a cualquiera de ellos, gritarían todo juntos al cocodrilo. El cocodrilo se asustó tanto del ruido y de verse rodeado por todos los animales enfadados que se metió en el agua y se ha quedado allí desde entonces…
El sabor de la muerte
El asociado de Tearfund Navajeevana es un grupo especial de gente que busca vivir en comunidades cristianas y se apoyan los unos a los otros cuando buscan liberarse de la adicción a la droga, u otra problemas que dominan la vida. Raja, el líder de Navajeevana, se convirtió al cristianismo en prisión y desde entonces ha buscado seguir a Jesús de una manera muy práctica. Están basados en Galle, un pueblo costero de Sri Lanka.
Navajeevana quiso responder a una gran campaña publicitaria de cigarrillos que estaba dirigida a los puertos de Galle y Colombo en Sri Lanka. La compañía internacional de tabaco estaba usando un sofisticado yate de alta tecnología como su principal estrategia promocional, acoplada con la distribución amplia de materiales promocionales de marca. Se invitó a las escuelas a llevar a sus niños a bordo de este yate. Se percibió que éste era un caso claro de explotación que promovía una imagen fascinante del cigarrillo.
La prevención de la droga y del alcohol está bien establecida en Sri Lanka, con varios grupos que buscan educar a la población sobre los efectos dañinos de todas las formas de drogas. Navajeevana estaba muy enfadado al enterarse de lo que había planeado esta compañía de tabaco. Raja, con el apoyo de otros miembros, movilizó a la comunidad para ponerse en acción. Para beneficio y protección de los niños, visitaron o hablaron a las escuelas y a otros para animarlos a cancelar toda visita propuesta al yate. Decoraron un autobús para que pareciera un yate y viajaron por la región, representando dramas `allejeros y burlándose de las consignas publicitarias de la compañía tabacalera. Su campaña de prevención proactiva significó que cuando finalmente llegó el yate, hubo poco interés en la cara campaña de publicidad. La gente de la localidad también se dio mejor cuenta de los riesgos y costos reales asociados con el cigarrillo. Es posible que algunas personas motivadas se opongan a las grandes compañías internacionales en sus comunidades y tengan un impacto significativo para el futuro.
Contribución de Paul Thaxter
Jubileo 2000 en la cárcel
Setenta miembros de la Red de Alivio de la Deuda en Nairobi, Kenya, se pasaron 24 horas detenidos en la Cárcel central de Nairobi en abril después de que se les acusó de llevar a cabo una marcha ilegal. Los participantes incluían a dos sacerdotes, ocho hermanas católicas y cuatro extranjeros. La Red de Alivio de la Deuda quiere incluir a Kenya en la discusión global de la carga de la deuda en los países pobres y buscar la cancelación total de la deuda que se ha hecho tan opresiva para los pobres.
El hermano André comentó que ‘una noche en la cárcel con tantos amigos es más como una fiesta. Además de nosotros, habían aproximadamente 60 niños callejeros en la cárcel. (Para ellos esto parece ser un acontecimiento regular, 365 días al año.) Pero esta vez se divirtieron en la cárcel. Hasta que se separaron de nosotros, cantamos y bailamos, oramos y reflexionamos y contamos anécdotas. Los niños callejeros fueron encerrados con llave en otra parte. Quizá nuestro espíritu jubiloso fue considerado contagioso. Eramos 70 personas apretujadas en un cuarto no más grande de cuatro metros por ocho metros. Dos ventanas proporcionaban ventilación. ¡Estuvimos cuerpo a cuerpo toda la noche! ¡Yo nunca me olvidaré de esto!
En un momento dado el Oficial a cargo habló con los sacerdotes y las hermanas en el grupo, dijo haber entendido nuestros propósitos, que no tenía ningún problema con nosotros y que éramos libres de irnos. Sin embargo, cuando preguntamos lo que pasaría a los otros arrestados con nosotros, dijo que no se les soltaría. Entonces le dijimos que nosotros tampoco nos iríamos.
Fuimos llevados al tribunal, nos cargaron y nos soltaron con una fianza de Ks3.000 por persona (aproximadamente US $50) además de tener que comparecer ante el tribunal después de unas semanas. Una gran cantidad de e-mails, facsímiles y cartas de protesta llegó a raudales a Kenya. En la audiencia, el Fiscal General determinó que se sobreseyera el caso.
Este es el día de libertad que el Señor nos ha dado: “¡nos gozaremos y alegraremos en él!” Salmo 118:24.’
Hermano André Hotchkiss, SVD, Coordinador de JPIC, Kenya