Las personas que trabajan para mejorar la salud infantil a menudo se enfocan en la salud médica, como la prevención y el tratamiento de enfermedades comunes de la infancia y en animar una buena nutrición. La salud física es muy importante, pero también deben satisfacerse las necesidades mentales, sociales y espirituales de un niño para asegurar su el desarrollo pleno y saludable. Los bebés y los niños pequeños necesitan una atención especial porque el cuidado y la atención que un niño recibe en los primeros cinco años de su vida infl uirán sobre el desarrollo total del niño. Las personas tienen la capacidad de aprender durante toda la vida, pero el desarrollo cerebral es más rápido durante los primeros meses y años.
La importancia del cuidado
Los padres y otros cuidadores velan cada día por los niños, pero a menudo no se dan cuenta de lo mucho que están haciendo y de lo importante que es. El crecimiento y desarrollo de un niño dependen de la disponibilidad y la calidad de cuatro cosas:
- servicios de asistencia de salud
- un entorno familiar saludable
- cuidado emocional
- una nutrición saludable.
En situaciones difíciles, donde el acceso a recursos tales como alimentos o tratamientos es limitado, un buen cuidado en el hogar es aún más importante para asegurar la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo del niño. El acceso a los servicios médicos en un centro de salud local es importante, pero lo que sucede en el hogar es lo que verdaderamente hace la diferencia. Los agentes de salud ofrecen consejos o una receta, pero es el cuidador quien debe obtener la medicina necesaria y dársela al niño cada día, así como llevar al niño para que sea vacunado. En el hogar, el cuidador tiene la responsabilidad de crear un entorno saludable al prevenir los accidentes y enseñar al niño sobre higiene y saneamiento, como lavarse las manos y el uso de la letrina. Cuidar de un niño incluye preparar y almacenar alimentos nutritivos, asegurar que el niño o la niña reciba educación, y darle amor y afecto. Los niños deben ser valorados como personas por derecho propio.
El cuidado emocional y la estimulación
Aproximadamente la mitad de las habilidades mentales de un niño dependen de la calidad y la consistencia del cuidado social y emocional, y de las oportunidades para el aprendizaje que dicho niño reciba, especialmente durante los primeros cinco años de vida. Un buen cuidado significa:
- dar amor, afecto y atención al niño. Los cuidadores deben abrazar, acariciar, hablar y confortar al niño
- proteger al niño del abuso, el abandono y la exposición a la violencia
- animar a los niños a jugar, explorar y aprender
- responder a las capacidades emergentes de un niño al animar nuevas destrezas y estimular al niño hablando y jugando con él o ella.
Este tipo de cuidado no requiere de recurso alguno además del tiempo. Ofrecer un buen cuidado y una buena estimulación a niños en edad preescolar mejorará su inteligencia. Lo más importante que puede hacer un cuidador por un niño pequeño es responder a lo que el niño está tratando de hacer; seguir la iniciativa del niño. Esto significa que el cuidador debe prestar atención a lo que el niño está aprendiendo a hacer, y ayudar al niño a dar el siguiente paso. Por ejemplo, si un niño está empezando a hacer sonidos, el cuidador puede imitar los sonidos y agregar algunos nuevos. Es importante estimular todos los intentos del niño y elogiarlo por lo que logra hacer, no criticarlo.
Nutrición saludable