Es necesario que tanto la mujer como el hombre practiquen la buena higiene, como lavarse las manos después de defecar. Sin embargo, en lugares donde solamente se entiende como higiene mantener el área de la cocina limpia, será percibido como un asunto de mujeres.
Es vital el análisis de género en toda labor para mejorar el saneamiento y la higiene. A continuación algunas preguntas que pueden hacerse en dicho análisis.
- ¿Es costumbre que los hombres y las mujeres utilicen la misma letrina?
- ¿Cuáles son las preferencias de los hombres y de las mujeres en cuanto a las tecnologías de saneamiento y su ubicación?
- ¿Quién será responsable de la construcción y el mantenimiento de la letrina?
- En aquellos lugares donde las personas deben pagar para utilizar la letrina, ¿quién controla el ingreso de la familia
- ¿Qué prácticas de higiene son utilizadas por los hombres y las mujeres?
- ¿Qué métodos prefieren los hombres y las mujeres para recibir educación en higiene?
Entre algunas respuestas apropiadas están:
- identificar una tecnología de saneamiento que sea apropiada tanto para los hombres como para las mujeres
- asegurar que las letrinas estén ubicadas donde los hombres y las mujeres pasan su tiempo, con una iluminación adecuada para cuando oscurece
- encontrar modos de involucrar tanto a los hombres como a las mujeres en la construcción de la letrina de manera que ambos la valoren
- si las mujeres van a ser las responsables del mantenimiento de la letrina, asegurar que los hombres les otorguen el tiempo y el apoyo financiero para esto
- asegurar que las mujeres puedan pagar las tarifas para el uso de las letrinas, como al ofrecer préstamos de manera que ellas puedan generar su propio ingreso
- ofrecer educación en higiene de una manera que sea sensible a las necesidades y a la disponibilidad de los hombres y las mujeres. Las personas podrían sentir vergüenza de asistir a las reuniones o a la capacitación para discutir asuntos de higiene si tanto hombres como mujeres están presentes. Podrían necesitarse reuniones separadas para las mujeres y los hombres. Puede que los hombres no asistan del todo a dichas sesiones si no entienden que practicar una buena higiene es importante para ellos. Podría ser necesario primeramente despertar la conciencia, utilizando métodos que alcancen a los hombres.
Algunos indicadores para una labor de saneamiento e higiene que toma en consideración la igualdad entre los géneros incluyen:
- la asistencia de hombres y mujeres a las reuniones y a los eventos de capacitación
- la participación de hombres y mujeres en la construcción y el mantenimiento de las letrinas
- el uso de las letrinas por los hombres y las mujeres
- la participación de los hombres y las mujeres en la promoción de la higiene
- la presencia de hombres y mujeres en un comité que controle las tarifas recolectadas por el uso de las letrinas.
La mujer y la menstruación
Por lo general, a las personas les da vergüenza hablar sobre la menstruación, sin embargo los métodos de protección sanitaria son importantes. Las preguntas a hacerse incluyen:
- ¿Qué método de protección sanitaria utilizan las mujeres locales?
- Si se utilizan paños especiales, ¿con qué frecuencia son cambiados? ¿Cómo son lavados? ¿Cómo son secados?
Es importante cambiar los paños con regularidad, lavarlos bien y secarlos al sol para evitar que se enmohezcan. A menudo a las mujeres les da vergüenza lavar y tender sus paños en zonas públicas. Anime a la comunidad a apartar una zona de lavado y secado separada que las mujeres puedan utilizar sin sentir vergüenza.
Es importante desafiar las creencias de que la sangre menstrual es impura y contaminante. La menstruación es natural y normal.