El bosque de Arabuko-Sokoke en Kenia es lo que queda de un bosque costero de África Oriental que antes se extendía desde Somalia hasta Mozambique. En la actualidad sólo mide 40 km de longitud y necesita protección internacional urgente. Es el hogar de muchas plantas, animales y aves que están en peligro de extinción, como la bellamente nombrada musaraña elefante de trompa dorada. Es un lugar muy hermoso. Dentro de sus fronteras en reducción existe una diversidad de vida casi inimaginable. Si el bosque desapareciera, también desaparecería una mina completa de especies. Este fragmento de bosque costero restante es verdaderamente importante.
Desde que se abrió la oficina keniana de la organización conservacionista A Rocha en 1998, el equipo ha incluido a personas locales quienes trabajan junto con voluntarios y visitantes de lugares más prósperos. Juntos empezaron a buscar soluciones para evitar la destrucción del bosque por parte de las personas locales en busca de sus medios de subsistencia. Descubrieron que los expertos afirmaban distintas cosas. Algunos decían que era más importante proteger el medio ambiente y otros decían que era más importante ayudar a las personas locales a salir de la pobreza. Esto apuntaba a un conflicto entre el medio ambiente y las personas. Sin embargo, las investigaciones de A Rocha estaban demostrando que el bosque estaba estrechamente relacionado con el bienestar del arroyo que respaldaba la pesca local, con el clima local que era vital para los cultivos que estaban siendo cosechados, y con las tierras en las que se estaba realizando la siembra.
Después de un largo proceso de consultoría, el equipo finalmente empezó a entender por qué el bosque estaba siendo destruido. Aprovechándose de la confianza de sus amigos locales, la cual adquirieron con mucho esfuerzo, supieron que la mayor parte de la madera estaba siendo cortada para financiar las cuotas de la escuela secundaria. Todos sabían que la educación era la única vía de una familia encontrar el modo para salir de la pobreza. Sólo uno de cada diez niños que obtenía el nivel necesario podía continuar desde la educación primaria gratuita hasta la educación secundaria debido a las cuotas de la escuela secundaria.
Para satisfacer las necesidades urgentes de las personas y del bosque, en el 2001 el equipo de A Rocha inició un programa denominado Arabuko-Sokoke Schools and Eco-Tourism Scheme (Plan de las Escuelas del Arabuko-Sokoke y el Ecoturismo; ASSETS, por sus siglas en inglés). La idea era simple. El programa capacitaba a guías locales para trabajar con los hoteles en el cercano Watamu de modo que los turistas pudieran visitar el bosque por una módica suma. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y otras agencias proporcionaron el financiamiento inicial para un escondite en un árbol y una espectacular pasarela por los manglares del arroyo Mida Creek. A través de este proyecto el bosque y el arroyo se han convertido en la base para un negocio que proporciona ingreso sostenible. Los turistas disfrutan de ver lugares tan increíbles y el dinero que gastan se emplea en proporcionar cuotas escolares secundarias para los niños locales.
En la actualidad, doscientos niños asisten a la escuela secundaria y se está llevando a cabo un programa educativo y de reforestación extensivo en muchas de las aldeas alrededor del bosque. Las personas han comprendido que Mida Creek necesita el suministro seguro de agua de lluvia del bosque para sobrevivir. Las franjas de manglares del arroyo, una vez taladas en busca de madera, ahora son áreas seguras que se utilizan como criaderos para las especies de peces de los cuales dependen las personas locales debido a su proteína.
En sus mentes, y ahora en las nuestras, todo encaja así como Dios lo tenía previsto. Al principio es difícil ver la conexión entre las cuotas escolares y la sobrevivencia del búho scops de Sokoke, pero ahora comprendemos que la prosperidad del ser humano va de la mano con el bienestar de la creación en general.
Stanley Baya es el Coordinador del Plan de las Escuelas del Arabuko-Sokoke y el Ecoturismo.
ASSETS
PO Box 383
Watamu, 80202
Kenia
Esta historia también se relata en el libro titulado Kingfisher's Fire: A story of hope for God's world escrito por Peter Harris.
A Rocha es una organización conservacionista internacional que trabaja para demostrar el amor de Dios por toda la creación. Actualmente A Rocha tiene proyectos de conservación en 19 países en todo el mundo.
Sitio web: www.arocha.org