¿Por qué los programas de saneamiento con frecuencia fracasan? A continuación, ofrecemos algunos mitos comunes sobre cómo mejorar el saneamiento en el hogar, seguidos de explicaciones sobre por qué la realidad es distinta.
MITO: “Gozar de mejor salud (sufrir menos enfermedades) motivará a los hogares a querer tener letrinas y a pagar por ellas”
La realidad: las investigaciones provenientes de un gran número de países sugieren cada vez más que la salud no es la principal razón por la que las personas instalan una letrina privada. En cambio, los hogares invierten en una letrina como una mejora de la vivienda y las familias quieren mayor conveniencia y limpieza, estatus y sentimiento de orgullo, comodidad y seguridad (al evitar peligros tales como las serpientes y el riesgo de agresiones sexuales, ambos asociados con la defecación al aire libre y las letrinas públicas).
MITO: “Sin asistencia financiera, la mayoría de las personas no comprarán una letrina ni mejorarán la que ya tienen”
La realidad: las personas compran letrinas y, de hecho, la mayoría de las letrinas han sido instaladas por los propietarios de viviendas, sin subsidio. Es posible que una minoría extremadamente pobre no tenga la capacidad para comprar la letrina sin ayuda, pero la mayoría de estas personas, si adoptan las decisiones adecuadas y si cuentan con los conocimientos necesarios y quizás con el apoyo de la comunidad, pagan por su propia letrina o la construyen ellas mismas.
MITO: “El aspecto más importante de una letrina es que sea de bajo costo”
La realidad: siempre hay que sacrificar algo cuando se toma una decisión y es cada vez más evidente que una letrina barata que ofrece mala calidad y que no ofrece ninguna de las características que el consumidor desea, no se venderá. Si bien las características que buscan las personas varían entre las culturas, hay varios atributos que parecen ser particularmente importantes y por los que, para muchos, vale la pena pagar más:
MITO: “Lo que evita que las personas mejoren sus letrinas es el alto costo”
La realidad: el alto costo de muchas tecnologías de letrinas ciertamente disuade a las personas, pero no es la única barrera para mejorar una letrina. Los hogares adquieren letrinas más costosas cuando las letrinas son convenientes y cuando los propietarios de viviendas pueden pagar por sus letrinas a plazos. Por ejemplo, algunas personas pueden usar grupos o programas de crédito o ahorros para pagarlas o se pueden instalar diferentes partes de la letrina por etapas. También se puede reducir el costo general si las personas pueden realizar cualquiera de las siguientes acciones:
- colaborar con su propia mano de obra o con materiales
- unirse a otras personas para organizar compras al por mayor de bienes y servicios
- acceder a ayuda del gobierno
- adaptar los diseños de las letrinas.
Este artículo ha sido adaptado de Sanitation Marketing for Managers [Comercialización de servicios de saneamiento para el personal directivo], escrito por Mimi Jenkins y Beth Scott, USAID Hygiene Improvement Project [Proyecto de mejora de la higiene de USAID], 2010, página 2. El recurso completo en inglés se puede descargar gratuitamente desde el sitio web que se indica más abajo o se puede comprar el libro en TALC por £7.55. Refiérase a la página de Recursos para obtener los datos de TALC: www.hip.watsan.net