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¿Qué historias se irán a contar del siglo XXI? Este es un momento crucial para que las iglesias y nosotros, como personas cristianas, reclamemos nuestro lugar en la historia de restauración diseñada por Dios y que ejerzamos nuestro poder colectivo para forjar un futuro más justo.

La iglesia es el agente de cambio más poderoso en el mundo. Juntos, podemos actuar con valentía para dar forma a un mundo que se desarrolla plenamente donde cada uno de nosotros tenga suficiente poder económico y autonomía financiera para satisfacer nuestras necesidades básicas y al mismo tiempo proteger los sistemas que sustentan la vida en la Tierra.

Esto es lo que llamamos economía restauradora.

Le invitamos a participar en la historia de lo que es posible lograr cuando millones de personas cristianas en cientos de miles de iglesias seguimos a Jesús en todas las áreas de nuestra vida. Es una historia sobre cómo las pequeñas semillas pueden producir una cosecha de restauración global en las manos de Dios.

En esta serie

Cuando las generaciones futuras hablen de nuestro impacto sobre las personas y el planeta, ¿qué dirán?

¿Dirán que nos quedamos cruzados de brazos mientras el mundo continuaba por un camino hacia la acumulación de riqueza, la pobreza extrema y la destrucción ambiental?

¿O dirán que tuvimos el valor de cambiar de rumbo? 

Estamos en un momento crucial: 

un momento en el que nosotros, como cristianos unidos como iglesia de Dios, podemos redescubrir nuestro lugar dentro de la historia de restauración de Dios y dar forma a un futuro más equitativo, marcado por el amor, la esperanza y la generosidad.

 

o… un momento en el que no hacemos nada. 

Las decisiones que tomemos ahora marcarán el rumbo para las próximas décadas.

En este momento, la desigualdad está creciendo. Los sistemas que sustentan la vida en la tierra están amenazados.

La riqueza y el poder están en manos de unos pocos, a expensas de la mayoría, especialmente de aquellos que viven en la pobreza.

La raíz de todo esto es el ancestral problema de la humanidad: cuando el pecado entró en el mundo, 

nuestras relaciones con Dios, con nosotros mismos, con los demás y con el resto de la creación se quebrantaron.

Las consecuencias incluyen codicia, gobernanza corrupta, injusticia, colonialismo y saqueo de la creación de Dios.

Pero juntos podemos construir un futuro diferente. 

Un futuro en el que cada uno de nosotros pueda satisfacer sus necesidades básicas a la vez que permite que toda la creación florezca.

Invitamos a las personas cristianas y a las iglesias de todo el mundo a ocupar su lugar dentro de una revolución restauradora...

a trabajar de la mano de Dios para cultivar iglesias que se desarrollan plenamente, que encarnen el amor, la esperanza y la generosidad de Jesús a nivel local;

a conectar a nuestras iglesias bajo un movimiento global que transforme la riqueza, el poder y las comunidades; 

y a asumir el compromiso de pedirles cuentas a los que ostentan el poder y rendirnos cuentas los unos a los otros.

Para eso, necesitaremos valentía y humildad. Pero juntos podemos avanzar hacia un mundo más equitativo y pleno. 

Le extendemos la invitación para que se una a nosotros para elegir con valentía... 

elegir de manera que haga que las generaciones futuras se sientan orgullosas.

Haga clic en el enlace de la descripción para descubrir cómo puede trabajar de la mano de Dios para desempeñar su papel dentro de una revolución restauradora. 

Recomendaciones

  • «Creo que este podría ser un llamado profético para que la iglesia global sirva al planeta y lo salve para la gloria de nuestro Creador. Con 2600 millones de miembros, la iglesia global es mucho más grande que cualquier población nacional u organización multinacional. Jesús mismo es quien nos llama a desafiar la codicia, enfrentar al poder con la verdad y tomar medidas en nuestras propias vidas, a la vez que oramos para que el reino y el gobierno de Dios se manifieste en cada esfera de un mundo renovado».

    Pete Greig 24-7 Prayer International y Emmaus Rd Church
  • «Juntos, tenemos lo que necesitamos para que todas las personas se desarrollen plenamente dentro de la creación de Dios. Sin embargo, hoy en día muchas personas pasan hambre y no pueden cubrir las necesidades básicas para tener una vida digna, mientras dañamos la creación en búsqueda de riquezas infinitas para unos pocos. La «revolución restauradora» revela cómo nosotros, como iglesia, podemos dar un paso adelante y desempeñar nuestro papel en la reconstrucción de nuestras sociedades y economías para lograr un sistema más justo para todos. La pregunta es, después de leer este documento, ¿qué acciones vamos a implementar?»

    Laura Young Activista climática y científica ambiental
  • «Esta es una mirada profética y llena de esperanza sobre cómo la iglesia puede inspirar soluciones ante los grandes desafíos que enfrentamos en nuestro mundo actual».

    Emma Wyndham Chalmers <div> Directora de Incidencia, Tearfund Australia<br><br></div>

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