En este juego, pueden participar hasta seis jugadores, que avanzan con sus fichas a través de una cuadrícula para llegar a la meta. Los «toboganes» —que representan problemas, como sequías, la malaria o la deforestación— dificultan el avance de los jugadores, mientras que las «escaleras» —que representan aspectos que favorecen al medio ambiente, como la recolección de agua de lluvia, el compostaje o la plantación de árboles— los ayudan a llegar más rápidamente a la meta.
Los toboganes y las escaleras que se utilicen en el juego pueden adaptarse a la comunidad local. Luego, puede iniciarse un debate acerca de los aspectos que favorecen el medio ambiente y los que lo dañan.