Los shocks son eventos repentinos (y a veces estacionales) que tienen un impacto negativo y que pueden provocar un desastre, como inundaciones, sequías o brotes de enfermedades o violencia.
Las tensiones son cambios que ocurren durante un período más largo y que aumenta la vulnerabilidad de la comunidad. Por ejemplo, la pérdida de agua subterránea, la contaminación del suelo, el cambio climático o la inestabilidad política.
Los desastres ocurren cuando un shock o una tensión afecta a las personas a tal grado que no pueden resistir su impacto.
Esta actividad ayuda a los grupos a reflexionar sobre los diferentes tipos de eventos que pueden causar un desastre y el impacto que pueden tener, y empezar a planificar lo que puede hacer la comunidad para prevenir los desastres.