La movilización puede ser una actividad de incidencia útil y eficaz. Su objetivo es mostrarles a las personas encargadas de la toma de decisiones la preocupación que siente la gente sobre un determinado asunto y su deseo de ver un cambio al respecto. La movilización tiene que comunicar su mensaje claramente, y será más eficaz si va unida a un cabildeo persistente y a un contacto directo con los encargados de la toma de decisiones. También puede abrir oportunidades para el cabildeo en contextos donde parece imposible.