por Mike Carter.
Muchos agricultores de minifundios disponen de poca tierra. A ellos les gustaría tener ganado por la seguridad que éste provee, pero no pueden hacerlo porque no disponen de suficiente tierra para tener allí animales grandes. Una solución para este problema es la de criar cabras en corrales y sembrar forraje para alimentarlas.
En Nigeria, por ejemplo, algunos agricultores se han dedicado a la crianza de las cabras, de modo definitivo, en corrales con techo, construidos a unos 60 cms. por encima de la tierra; para ello utilizan paja, bambú y palos partidos. El piso se hace con tablillas de madera o de bambú dejando una distancia de unos 2 cms. entre ellas para que así la orina y el excremento caigan a la tierra. Los corrales se construyen en sitios soleados y protegidos del viento. Ponen el forraje seco en comederos que se hacen especialmente y los colocan fuera del corral, pero siempre protegidos por el techo.
Para alimentar a las cabras, cultivan el forraje intensamente. A las cabras les gusta una dieta variada; necesitan mucho forraje seco limpio y fresco, todos los días.
Hacen sembrados de forraje en cualquier terreno disponible; puede ser en una parcela cerca del corral, en un terreno baldío o en los camellones o bordes de algún terreno donde se está practicando conservación de suelos. El guano o excremento que se acumula debajo del corral se usa para añadirlo al suelo y así mejorar su fertilidad. Siembran muchas especies de plantas, árboles, arbustos y pasto (hierba). Los árboles o plantas leguminosas son muy importantes, porque sus hojas son generalmente ricas en proteína, al mismo tiempo que abonan la tierra. Las cabras podrían vivir con el agua que se encuentra en las hojas pero vivirían mejor si siempre se les brinda agua limpia. Esto es especialmente importante para las cabras que dan leche.
Si se les da una dieta buena y variada a las cabras que están preñadas, o a las que están amamantando, éstas criarán cabritos más sanos y saludables. Alimente a las hembras con concentrados comerciales locales; si no los puede conseguir, éste es un ejemplo de un concentrado que usted mismo puede hacer:
Salvado de arroz o maíz 5 latas
Médula de coco o masa de
cacahuetes (maní) 1 lata
Sal 1/10 lata
Maíz molido (si lo tiene disponible) 3 latas
Déle a las hembras un poquito de este concentrado dos veces al día.