No hay agricultor, en ninguna parte del mundo, que no tenga problemas de malas hierbas. En la siembra de cualquier cultivo, siempre crecen. Nos recuerdan al mundo caído (Génesis 3:17-19). Todo agricultor lucha por destruirlas para que sus sembrados crezcan bien. Aquellos que no luchan por combatirlas recogerán una cosecha de baja calidad (Proverbios 24:30-34).
Las malas hierbas quitan el agua y las sustancias nutritivas de las plantas a nuestros sembrados. Por esta razón es que resulta mejor desherbar cuando las malas hierbas están pequeñas, antes de que afecte más profundamente la producción del sembrado; es también más fácil matarlas en esta etapa.
La Biblia hace referencia, en uno de sus pasajes, a que la mala hierba no siempre triunfa (Isaías 55:13) y Jesús se sirvió de este tema en muchas de sus parábolas (Mateo 13:1-29 y 36-43).
Hay una clase de mala hierba que es muy dañina para los sembrados. Se llama striga o mala hierba bruja. La striga no sólo les quita el agua y las sustancias nutritivas de las plantas a la tierra donde están sembradas, sino que es un parásito que crece en las raíces del sembrado.
Hay unas 50 especies diferentes de striga. Las que se producen anuales son las más dañinas en los cultivos de cereales, sobre todo en sitios donde no se puede contar con lluvias en buena cantidad, por ejemplo en el Africa y en Asia.
- La Striga Hermontheca (S. Senegalensis) es la más común en las partes del norte, este y occidente del Africa. Puede alcanzar una altura de hasta metro y medio y tiene espigas de flores rosadas que producen cápsulas que contienen cantidades de semillas pequeñas y de color oscuro. Está muy difundida entre los cultivos de maíz, mijo, arroz y caña de azúcar, pero el más afectado es el sorgo. Puede destruir campos enteros aunque frecuentemente reduce la producción potencial a un tercio o una cuarta parte.
- La Striga asiática (S. Lutea) tiene flores rojas o blancas; es un gran problema en la India, en el sur y en el centro de África y en los Estados Unidos.
Muchos agricultores no se dan cuenta del peligro de esta mala hierba en sus sembrados. A ellos les gustan las flores preciosas que crecen en sus campos de sembrados y hasta las dejan cuando extirpan otras clases de maleza.
La striga se debe considerar como una amenaza muy seria para la tierra ya que por muchos años, una vez establecida, ésta deja a la tierra inapta para plantar diferentes cultivos, sobre todo el sorgo. Esto es debido a la gran cantidad de semillas que permanecen en la tierra por tanto tiempo.
Las áreas donde llueve poco, donde la fertilidad de la tierra es de baja calidad, especialmente donde la erosión de la tierra ha disipado la capa superficial del suelo y donde el mono-cultivo de cereales se ha practicado por muchos años son las áreas más adecuadas para el crecimiento y desarrollo de la striga.
No existe una única medida para controlar la striga completamente pero la combinación de varias medidas puede reducir el problema. Por ejemplo:
La rotación de cultivos
Esto es lo primero que hay que hacer. Evite sembrar cereales seguido sobre todo de la misma especie. Cultive sembrados que sean poco afectados por la striga o cultive los que estimulen las semillas de esta mala hierba, para que al germinar se puedan quitar antes de sembrar el siguiente sembrado de cereal. Tales sembrados incluyen el algodón, cacahuate (maní), girasol, sésamo y sembrados de abono vegetal, crotolaria (Sunnhemp) que también se cultiva como producto de fibra.
Los cultivos trampa
Algunos científicos han identificado varias clases de plantas que estimulan la germinación de las semillas de la striga, pero que impiden que penetren en la raíz. Sin la provisión de alimento de la raíz de la planta, las semillas germinadas de la striga mueren. Ejemplos de plantas trampa incluyen una variedad de sembrados de abono vegetal como el Abrus pricatorius, las especies de Calapogonium, Mucuna flagellipes y las especies de Pueraria. Los sembrados de abono vegetal se aran al cabo de 4-6 semanas y mejoran notoriamente la fertilidad de la tierra (Vea Paso a Paso No.7). Las arvejas o guisantes, Vigna unguiculata, una variedad de semillas de soja, Glycine max variedad M90, se pueden también usar como plantas trampa. Se deben sembrar en rotación con otros cultivos para reducir la striga en la tierra. Esta es una buena forma de atacar el problema.
Especies de sorgo sembradas densamente (incluido el pasto Sudanés que es una clase de forraje) estimularán una germinación pareja, nivelada, de la striga y los retoños se podrán arar antes de que florezcan. Sin embargo, este trabajo no productivo y el uso de la tierra... ¡es poco atractivo para agricultores minifundistas en lugares secos!
La mejora de la fertilidad de la tierra
Añadir abonos, estiércol y fertilizantes hace que el sembrado le lleve ventaja a la mala hierba. Los fertilizantes de nitrógeno como la urea pueden inhibir o reducir la germinación, el crecimiento y el desarrollo de la striga. Todavía se están llevando a cabo experimentos para saber la cantidad necesaria de nitrógeno que se necesita para aumentar la producción de sembrados y al mismo tiempo para inhibir el crecimiento y desarrollo de la striga. Al recibir más nitrógeno, los cultivos de maíz, en particular, se benefician en esta lucha contra la striga. Los cultivos irrigados también sufren menos.
Los cultivos poco profundos
Use un azadón de mano (o un cultivador tirado por bueyes) para romper la superficie de la tierra entre las hileras de los sembrados. Pero... ¡recuerde! si no hace esto con frecuencia pueden salir más retoños de las plantas de striga ya dañadas.
El deshierbe manual
La extirpación manual y quemado de retoños de la striga antes de que florezcan y vuelvan a dar semilla es la mejor forma que tiene un agricultor minifundista para controlar esta mala hierba, pero... !Recuerde! si no se hace con frecuencia y ánimo, varias veces durante la estación, más retoños pueden salir. !Ponga todo su empeño!
Rastrojos de cultivos y entierro
Estos previenen el florecimiento de la striga después de la cosecha. Es importante el arado inmediato de los rastrojos de los cultivos afectados por la striga.
Variedades resistentes
Muchas investigaciones se han dedicado a la búsqueda de variedades más resistentes de cereales como el sorgo, la arveja o guisante y el millo. Estas variedades más resistentes son menos afectadas por la striga. Por ejemplo en África del Este los tipos de sorgo Dobbs y Serena tienen mayor resistencia. Se aconseja a los agricultores que soliciten la información local más reciente acerca de las variedades más convenientes para cultivar. Las semillas de estas variedades resistentes de cereales se pueden obtener de Centros de Investigación tales como:
International Institute of Tropical, Agriculture (IITA), PO Box 5320, Ibadan, Nigeria
IITA/SARFGRAD Project, Ouagadougou, Burkina Faso
ICRISAT, Patancheru, PO Andhra Pradesh 502324, India.
Productos químicos
También se han desarrollado herbicidas pero su costo es tan alto que para los minifundistas, a veces, no es rentable. Antes de tratar de controlar la striga con estos herbicidas consulte con los expertos. Se ha descubierto que algunos productos químicos (Estrigol, Etileno y Cytokinis) estimulan la germinación de las semillas de la striga. Las plántulas de esta mala hierba mueren muy rápido si no tienen raíces de sembrados a su disposición.
La Striga es una amenaza muy seria en la producción de alimentos. Una vez arraigada es muy difícil deshacerse de ella completamente. La única forma de superar esta terrible, mala hierba parásita es atacarla trabajando ardua y continuamente. Asegúrese de que todos los agricultores sean conscientes de este problema.
Escríbanos, por favor, y déjenos saber los problemas que han experimentado con esta maleza tan difícil.
El Dr Imuetinyan Igbinnosa es un ciéntifico que trabaja en el Programa de Investigación del Maíz en el Instituto Internacional de Agricultura Tropical, Ibadan, Nigeria.
John Wibberley forma parte del equipo de World Mission Associates (WMA) y es Becario temporal en el Royal Agricultural College.