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Lo que no hay que decir

Con frecuencia, se dicen cosas sumamente contraproducentes a las sobrevivientes de la violencia sexual y de género

Escrito por Adrienne Blomberg 2019 Disponible en Inglés, Francés, Portugués y Español

Ilustración en la que aparecen dos mujeres sentadas en un banco de madera, una de ellas con un vaso en la mano y la otra hablando

Las palabras inadecuadas pueden ser como una puñalada en el corazón para las sobrevivientes de la VSG. Ilustración: Petra Röhr-Rouendaal, Where there is no artist [Donde no hay artistas] (segunda edición)

Una mujer sobreviviente de violencia sexual y de género con un pañuelo de lunares en la cabeza mira fijo a la distancia

De: Violencia sexual y de genero – Paso a Paso 106

Ideas para poner fin a la violencia sexual y de género y brindar apoyo integral a las sobrevivientes

Cuando hablemos con mujeres que hayan sufrido abuso, debemos darles la seguridad de que no las juzgaremos. Debemos estar disponibles de forma incondicional para escucharlas y apoyarlas. Las palabras inapropiadas pueden recibirse como una puñalada en el corazón, lo cual aumenta la sensación de soledad y desesperanza de las sobrevivientes. Estas mujeres deben saber que nosotros estamos dispuestos a ayudarlas.

A continuación, mencionamos algunas preguntas y comentarios sumamente contraproducentes que se suelen hacer a las sobrevivientes:

«¿Qué ropa llevabas?».
Esta pregunta no viene al caso en absoluto. ¿Qué importa qué ropa llevaba? Ha habido casos de mujeres policías con uniforme que han sido agredidas. El Ministerio de Justicia de EE UU ha confirmado que no existe ninguna conexión entre la ropa que lleva una víctima y una agresión sexual. Preguntas como estas implican que la culpa en parte ha sido de la sobreviviente, cuando, de hecho, la única persona culpable es quien ha perpetrado el abuso.

«¿Por qué no saliste corriendo o gritaste?» o «¿Qué estabas haciendo en ese lugar?».
Estas preguntas también sugieren que la culpa ha sido, de alguna manera, de la sobreviviente. Los abusos ocurren en todo tipo de circunstancias. Durante una agresión, la persona que está siendo agredida generalmente se encuentra en estado de shock. Debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿No habría gritado, salido corriendo o evitado el lugar si hubiera podido? Cuando somos vulnerables, ¿es fácil tomar estas decisiones? ¿Cómo podemos evitar un lugar en el que recibimos los alimentos o la remuneración que tanto necesitamos?

«¿Fue tan terrible?» o «Tuviste suerte de que no fue tan terrible como lo que le ocurrió a Fulana de tal».
Por supuesto que fue terrible. No necesitamos clasificarlo. La palabra «suerte» no tiene lugar en el marco de un abuso. Lo que ocurrió cambió una vida; no debemos compararlo con experiencias ajenas.

«¿Por qué estás llorando?». «Ya pasó» o «Cálmate».
Estos comentarios son muy poco útiles. Cuando alguien llora, significa que todavía tiene emociones, lo cual es un buen síntoma. Dios nos creó con emociones. El dolor, la confusión, la rabia y muchos otros sentimientos deben ser expresados para poder sanar. Es posible que las personas que hacen estos comentarios no puedan soportar las emociones que se están expresando.

«¿Lo perdonaste?» u «¿Oras por él?».
Como cristianos, nuestro excesivo rigorismo puede llegar a ser hiriente. Si bien el perdón es una importante parte del proceso de sanación, toma tiempo lograrlo. Nunca obligue a una sobreviviente a orar por su agresor; en su lugar, ore por y con las sobrevivientes. Permítales tener rabia o incluso desear la muerte del agresor. Ya llegará el momento en que puedan perdonar: hay que avanzar poco a poco.

«Todo forma parte del plan de Dios» o «Dios disciplina a quienes ama».
Estos comentarios son muy crueles en este contexto. Dios es un Padre cariñoso que solo tiene planes benévolos para nosotros. En los entornos budistas, a veces se hacen comentarios similares, como: «Este debe ser tu karma». Siempre tranquilice a la mujer diciéndole que el abuso nunca forma parte del plan de Dios y que nadie se lo merece. 

Ayudemos a nuestras hermanas heridas con la debida actitud, libre de prejuicios y con una buena disposición. Aprendamos de Proverbios 16:24: «Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo».

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Escrito por  Adrienne Blomberg

Adrienne Blomberg es asesora en apoyo a sobrevivientes de VSG de Tearfund en Liberia. Correo electrónico: [email protected]

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