Los desechos que se acumulan en los basurales y bloquean los ríos forman parte de un sistema más complejo. El sistema consiste en la fabricación, la venta, el consumo y el desperdicio de dos mil millones de toneladas de productos y envases al año.
Sin embargo, no tiene por qué ser así. Por medio de la incidencia, podemos crear un mejor sistema: uno que favorezca a las personas que viven en la pobreza y que propicie la limpieza del entorno natural en el que vivimos.
En el sistema de los desechos, participa una diversidad de actores: entre ellos, se incluyen los consumidores, los trabajadores del sector de desechos, los Gobiernos nacionales y las autoridades locales, las empresas que fabrican y venden los artículos que se arrojan a la basura, las familias que viven cerca de los basurales y los grupos de la sociedad civil que ya se dedican a solucionar el problema de los desechos.
Esta diversidad de actores brinda numerosas oportunidades para la incidencia. Por una parte, están los responsables de la toma de decisiones a quienes podríamos influenciar y, por la otra, hay aliados con quienes podemos aunar esfuerzos. Por lo tanto, ¿por dónde debería comenzar?
Cuál es el problema
Entender cuál es el problema lo ayudará a identificar qué hay que cambiar. Le sugerimos investigar los siguientes aspectos:
- los principales tipos de desechos que hay en su zona;
- dónde se generan los desechos;
- quién participa actualmente en la recolección de los desechos;
- quién es responsable de la recolección y la gestión local de los desechos, y si estos responsables cumplen sus promesas; y
- cómo afectan los desechos a la comunidad local.
Una manera convincente de demostrar a los responsables de la toma de decisiones y los residentes locales por qué es necesario el cambio es mediante la obtención de pruebas a escala local.
Qué necesita cambiar
Para que la incidencia sea eficaz, es necesario tener claridad respecto a qué queremos que cambie. Por ejemplo:
- Que se mejore la gestión de los desechos; por ejemplo, que la autoridad local introduzca un servicio de recolección de basura, fije metas con relación a la reducción y el reciclaje de desechos, o cumpla las promesas que se hayan hecho.
- Que se involucre a los recicladores informales en la gestión pública de los desechos.
- Que se generen menos desechos. Por ejemplo, a través de:
- nuevas normas gubernamentales que responsabilicen a los fabricantes de la recolección y eliminación de sus productos al final de su vida útil; y
- el cambio en la manera en que las empresas diseñan sus productos o envases con el fin de que duren más tiempo y que sean más fáciles de reparar.
Cómo puede asegurarse de que lo escuchen
Es más probable que los responsables de la toma de decisiones lo escuchen si ven que usted representa una fuente de credibilidad sobre el asunto. A continuación, le sugerimos algunas formas en que puede establecer su reputación para la incidencia en materia de desechos.
- Lleve a cabo acciones usted mismo dirigidas a combatir el problema de los desechos. Por ejemplo, puede reunir a los residentes locales para recoger la basura de una playa o un río.
- Ayude a la gente a participar como representantes en las municipalidades locales. En este sentido, en Brasil, Tearfund ayuda a las personas a formar parte de los Consejos del Medio Ambiente. Esto demuestra su compromiso con el problema y les permite entrar en contacto con los responsables de la toma de decisiones.
- Utilice las políticas internacionales como herramientas para el trabajo de incidencia a escala nacional (ver abajo).
La incidencia a escala local puede convertirse en su primer paso para mejorar sus conocimientos y reputación de cara a la incidencia a escala nacional e internacional.
Cómo se producirá el cambio
Para responder a esta pregunta, puede considerar los siguientes aspectos:
- Quiénes tienen el poder de lograr cambios.
- Qué barreras existen para que el cambio ocurra. Por ejemplo, si el Gobierno ofrece la recolección gratuita de los desechos destinados a los vertederos (especialmente a las empresas), incentiva a la gente a deshacerse de las cosas en lugar de reciclarlas. Si se establece un impuesto sobre el vertido de residuos en vertederos se desincentivaría esta tendencia.
- Qué enfoques ya están funcionando bien y podrían reproducirse o ampliarse.
Escoja los enfoques de incidencia que ayudarán a crear el cambio que desea. Entre los posibles enfoques, se incluyen los siguientes:
- Contacto directo con los responsables de la toma de decisiones; por ejemplo, entablar conversaciones con los funcionarios gubernamentales locales o nacionales, líderes empresariales y otras personas con influencia en cuanto al cambio que usted quiere que se logre.
- Movilización del público (es decir, realización de campañas). Este enfoque puede incluir la redacción de cartas, peticiones y campañas por Internet, y marchas y manifestaciones en la calle.
- Trabajo con los medios de comunicación, como la televisión, la radio, los periódicos o las redes sociales, para crear conciencia sobre estos temas.
- Colaboración con otros actores. Por medio de las coaliciones o redes, se pueden compartir recursos, reducir los riesgos potenciales y aumentar la influencia entre los responsables de la toma de decisiones.
Puede resultar eficaz adoptar varios de estos enfoques al mismo tiempo. Por ejemplo, reunirse directamente con los responsables de la toma de decisiones para entregarles una petición que demuestre el apoyo del público para el cambio por el que usted está abogando.
Involucrar a la comunidad local es importante y potenciará la eficacia de su estrategia.
Principales políticas internacionales en materia de desechos
Objetivos de Desarrollo Sostenible: la mayoría de los países se han adherido a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La lucha contra el problema de los desechos se relaciona con varios de los ODS, incluidos los que tratan sobre la salud (ODS 3), trabajo digno (ODS 8) y producción y consumo responsables (ODS 12).
Acuerdo de París sobre el cambio climático: casi todos los países han firmado el Acuerdo de París, por medio del cual, se comprometen a limitar el calentamiento global muy por debajo de 2°C. La reducción de los desechos disminuye la emisión de gas de efecto invernadero desde los basurales. La reutilización o reciclaje de materiales ahorra la energía que se gastaría para producir nuevos materiales. Por ejemplo, el Gobierno de Kenia elaboró sus planes de gestión de desechos en el marco del Acuerdo de París, lo cual le permitió acceder a financiamiento. Otros Gobiernos podrían hacer lo mismo.
Convenio de Basilea: la mayoría de los países se han comprometido con este convenio, cuyo propósito es evitar el traslado de residuos peligrosos desde los países desarrollados a países menos desarrollados.