Si su comunidad no cuenta con un servicio oficial de recolección de basura, quizás usted podría considerar la posibilidad de iniciar uno.
La recolección de basura en la comunidad normalmente implica que los hogares y los negocios deben poner la basura en la calle para su recolección y un equipo de trabajadores remunerados la recogen y la envían a un sitio de compostaje, reciclaje y eliminación de basura. A veces, se realiza la recolección a domicilio o se dispone de contenedores comunales en la calle, el mercado u otro espacio público. Para recoger los desechos, será necesario contar con una carreta o un vehículo motorizado.
También deberá contar con la estrecha colaboración de los hogares y los negocios. Deberá averiguar cuánto estarán dispuestos a pagar por el servicio de recolección de basura y organizar el pago a los trabajadores.
Obtenga el permiso
Antes de comenzar, averigüe quién es la persona responsable de la gestión de desechos en la autoridad local y pida reunirse con ella. Es aconsejable contar con un acuerdo antes de comenzar el trabajo, de preferencia, por escrito. La razón de lo anterior es que los materiales de desecho podrían ser propiedad oficial del Gobierno y es posible que deba obtener permiso para su recolección. También es probable que necesite licencias y una evaluación del impacto medioambiental. Consulte a los organismos locales de protección o encargados de hacer cumplir la ley en el ámbito del medio ambiente si existen estos requisitos.
Analice los desechos
Antes de crear su servicio de recolección, se recomienda recoger una muestra de los desechos de la comunidad y analizar en qué consisten. Puede clasificar unos 50 o 100 kilos de desechos en diferentes materiales: desechos orgánicos, papel, metales, plásticos, vidrio y «otros». Una vez que sepa en qué consisten los desechos de su comunidad, puede buscar una solución para cada tipo de material. Por ejemplo, los desechos orgánicos pueden convertirse en compost.
Fomente la separación de los desechos
Los desechos separados son mucho más fáciles de gestionar. Pida a la gente separar sus desechos en diferentes categorías, como materiales orgánicos, reciclables (plástico, vidrio, metal y papel) y no reciclables (toallas higiénicas, trapos grasientos y algunos textiles).
Recoja los desechos
Considere la frecuencia con la que deberá recoger los desechos. Por ejemplo, los desechos orgánicos deben recogerse por lo menos una vez a la semana (y más a menudo en climas cálidos y húmedos). Los contenedores para el reciclaje de desechos deberán ser fácilmente accesibles para el equipo de recolección. Si trasladará los contenedores de desechos al vertedero, reemplácelos con otros o devuélvalos pronto después de su traslado. Planifique una ruta breve y sencilla que termine lo más cerca posible del vertedero.
La seguridad es lo más importante
- Utilice contenedores adecuados y sin agujeros, con tapas y con mangos.
- Levante los artículos pesados con mucho cuidado y ponga atención a los objetos afilados.
- Los recolectores de basura deben usar ropa gruesa y protectora: guantes, ropa que les proteja los pies, los brazos y las piernas, y colores altamente visibles para evitar accidentes de tránsito.
- Siempre hay que lavarse muy bien después de trabajar con desechos.
Clasifique y procese los desechos
Cuando ya haya recogido los desechos, pueden clasificarse y procesarse. Los desechos orgánicos pueden convertirse en compost o biogás, y los materiales reciclables pueden venderse a los compradores interesados. Visite los vertederos de chatarra y zonas industriales del área para investigar quién compra estos materiales. También puede averiguar en Internet sobre las empresas de reciclaje. Los compradores, en general, se interesan por metales, papeles, cartones y ciertos tipos de plástico.
La cantidad que los compradores estarán dispuestos a pagar por los materiales de desecho dependerá de:
- cuánto material pueda ofrecerles;
- lo limpio que estén los materiales;
- si usted puede entregarlos o si ellos tienen que ir a recogerlos; y
- cómo están empacados: si están embalados o preparados de la manera en que a los recicladores les conviene, por lo general, pagarán más.
Después de que haya reciclado todos los materiales que sea posible, casi siempre quedarán algunos que no podrán reciclarse. Estos materiales deben enterrarse de forma segura; de preferencia, en un vertedero gestionado adecuadamente (si no hay un vertedero sanitario cerca, consulte el conjunto de herramientas de WasteAid Making waste work para informarse sobre cómo construir un vertedero básico).
Adaptado del conjunto de herramientas de WasteAid Making waste work.