En los cuatro evangelios, Jesús aparece realizando un milagro que se conoce usualmente como la alimentación de los cinco mil.
Lean Mateo 14:13-21 y Juan 6:1-15.
Jesús y sus discípulos buscan un lugar tranquilo en el que puedan descansar, pero un gran número de personas los siguen. Cuando Jesús ve a esa multitud se mueve a compasión y sana a los que sufren quebrantos de salud (Mateo 14:14).
Demasiado costoso
Al caer la tarde, los discípulos quieren despedir a la gente para que puedan ir y comprar alimentos en las aldeas de alrededor. Pero Jesús decide probar a sus discípulos (Juan 6:6). Ya sabiendo lo que iba a hacer, él les dice que alimenten a la multitud. ¡Los discípulos se sorprenden! Felipe dice: «¡Se necesitaría más de medio año de salario para comprar el pan que se necesita para que cada uno pruebe un bocado!».
A pesar de todas las cosas maravillosas que ellos ya habían visto que Jesús hacía —incluidos los milagros de sanidad que había hecho durante ese día— los discípulos no podían ver más allá de su problema inmediato. «No podemos hacer eso. Es muy difícil. Demasiado costoso». Ellos habían perdido de vista quién era Jesús y no podían ver que para él nada es imposible (Lucas 1:37).