Después de realizar una gira, un grupo de médicos especializados en ojos, (los doctores Sandford-Smith, Hall, Waddell y Mattus) quedaron preocupados por el abuso de cloroquina que habían presenciado. La mayoría de los trabajadores de salud se abastecen de cloroquina para el tratamiento de malaria. La medicina es barata, fácil de conseguir y muy efectiva. Pero, lo que no se sabe muchas veces, es que si se toman dosis altas durante un período largo, se malogra la vista. El daño es poco al principio y muy lento. Sin embargo, no hay ningún tratamiento para este daño (conocido como Retinopatía Cloroquina). Es permanente, y si se continúa tomando dosis altas, la vista puede verse gravemente afectada.
El Dr Brian Fleck manfiesta que los trabajadores de salud que estén recetando la dosis correcta de cloroquina a sus pacientes, no tienen por qué preocuparse. La cloroquina es una medicina excelente - pero como toda medicina, puede ser abusada. La gente debe estar consciente de que sólo se puede tomar por períodos cortos y con la dosis correcta. Desafortunadamente, el equipo descubrió que la gente en Uganda la estaba usando para tratar todo tipo de enfermedad sólo porque era barata y fácil de conseguir. El equipo recomienda que en adelante los envases lleven una advertencia: uso en exceso puede dañar la vista.
Adaptado de un artículo de Community Eye Health No 9.