por Peter Cormack.
Un equipo visitante pasó un tiempo con los miembros de la comunidad de Sañatusa, Etiopía, para poder comprender mejor la situación en la zona y los resultados de algunas de las mejoras hechas al sistema de riego. Después de recorrer el lugar, pidieron a un grupo de personas que hiciera un mapa de su zona. Sin demorar, un grupo de hombres se puso a dibujar y pronto un grupo de unas 60 personas los rodeaba. Algunas daban sugerencias a los ‘artistas’ quienes a veces reaccionaban en contra. Poco a poco el grupo se puso de acuerdo.
Varios niños mostraron interés también. Pero algunos de los hombres los echaban, diciendo, ‘¡Este es trabajo de hombres!’ Después de observar esto un par de veces, llamamos a los niños y les animamos a que dibujaran su propio mapa. Aunque dudaron un poco al principio, tres o cuatro niños se pusieron de acuerdo y comenzaron. Pronto, este pequeño grupo estaba dibujando entusiasmadamente mientras un grupo mucho más grande de niños los observaba y daba sugerencias.
Los hombres...
¡El mapa de los hombres continuó creciendo! Añadieron ríos, cerros, dos iglesias y una calavera para indicar la pérdida de ganado. Al final, el mapa llegó a cubrir un área extensa - 15 por 10 metros. Cuando terminaron, les pedimos una explicación del mapa. Fue un medio muy efectivo de transmitir un cuadro grande de su zona, mostrando el valor de un esfuerzo conjunto de la comunidad.
La gente se dio cuenta del hecho que el haberse puesto de acuerdo y el haber trabajado juntos había producido algo útil, memorable y beneficioso para todos. Además, era una lección que no olvidarían fácilmente. Cuando terminó la explicación, el grupo aplaudió con entusiasmo.
Los niños...
Cuando los niños completaron su mapa, éste contenía varios detalles que no aparecían en el mapa de los mayores. Los niños explicaron estos detalles al grupo - el lago incluía un pez, un cocodrilo y un hipopótamo, además de una isla rocosa. En su bosquejo de la zona de pastoreo, incluyeron un buey. En la zona de cultivos, incluyeron un hombre arando con bueyes. Dibujaron mujeres recogiendo y llevando leña. Al lado de la carretera dibujaron tres bolsas de carbón.
En base a nuestras observaciones, el mapa de los niños fue una representación más precisa de la zona. Por ejemplo, en el mapa de los hombres sólo aparecía un animal vivo (un pez) y ni un ser humano. Sin embargo, el mapa de los ni–os incluía seis personas además de varios animales diferentes. Parecía que los hombres veían sólo el lado económico/material de las cosas.
Cuando los niños terminaron su explicación, todo el mundo aplaudió de nuevo. Estos niños que antes habían sido ahuyentados, ¡llegaron a tener su momento de ser apreciados!
...y las mujeres
Mientras los niños y los hombres estaban ocupados haciendo sus mapas, las mujeres estaban involucradas en otro ejercicio fascinante. Estas tenían que considerar cuánto tiempo les llevaba cada una de las tareas que tenían que hacer todos los días. Las mujeres corrieron a sus casas para buscar artículos que simbolizaran las distintas tareas. Todas las mujeres, sin importancia de edad, deseaban compartir sus pensamientos - para corregir lo que otra había dicho o enfatizar un punto. Al rato vinieron los hombres a ver - ¡muy interesante! Cuando algunos de los hombres quisieron opinar o corregir a las mujeres, ellas les dijeron que dejaran de interrumpir y que dejaran al grupo en paz - un paso muy significativo en una cultura en la cual las mujeres se hacen valer muy poco. Ellas usaron piedritas para indicar el tiempo relativo usado para cada actividad.
Estos ejercicios animaron a las personas a examinar en conjunto a su comunidad y los papeles que cada una de ellas juegan - se espera que los ejercicios puedan ser adaptados en el futuro cuando se estén planificando actividades de desarrollo comunal. En conclusión, lo único que nos queda decir es ‘¡Les pasamos o les dejamos la batuta!’ Que la comunidad encuentre sus propias soluciones.
Peter Cormack trabaja con Visión Mundial Australia. Esta es una adaptación de un artículo publicado en Together Junio 1993 y lo presentamos por gentil cortesía de Visión Mundial.