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Estudios bíblicos

Estudio bíblico: Más que suficiente

Dar con el corazón

Escrito por Rev Dr Shadrach Vegah 2020 Disponible en Inglés, Francés, Portugués y Español

Una mujer nepalesa con un vestido de color turquesa lee la Biblia en un taller comunitario
Dos mujeres de un grupo comunitario de Bangladesh, una de ellas con libros en el brazo, sonríen a la cámara

De: Recaudación de fondos a nivel local – Paso a Paso 111

Descubrir el placer de invitar a otras personas a invertir en nuestro trabajo y en nuestros ministerios

Lean Éxodo 25:1-9; 35:4-29 y 36:2-7.

Mientras los israelitas deambulaban en el desierto, Dios le dijo a Moisés que construyera y amoblara un lugar de adoración hermoso: el tabernáculo. Una vez terminado, Dios lo llenó de su gloria (Éxodo 40:34) y se convirtió en un lugar santo donde el pueblo podía experimentar su presencia de una manera muy especial.

Antes de iniciar el trabajo de construcción del tabernáculo, Dios le dijo a Moisés que les pidiera a los israelitas que proveyeran todo lo necesario para el proyecto, incluyendo oro, plata, bronce, hilos de colores, lino fino, madera, aceite de oliva, especias y piedras preciosas (Éxodo 25: 3-7). Todas estas cosas eran de gran valor para los israelitas errantes. También, se les invitó a ofrecer su tiempo y sus habilidades a Dios y al proyecto (Éxodo 35:10).

Los israelitas proveyeron todo lo necesario para construir y amoblar el tabernáculo.

Dios hizo énfasis en que el pueblo debía ofrecer los regalos de manera voluntaria (Éxodo 25:2). No quería que a nadie se le obligara a contribuir.

¡Deténganse!

Después de que Moisés les dijera a los israelitas lo que Dios había dicho, ellos empezaron a dar en abundancia: «El pueblo continuaba trayendo ofrenda voluntaria cada mañana» (Éxodo 36:3). Con el tiempo, los constructores tuvieron que pedirle a Moisés que le dijera a la gente que ¡dejara de dar! ¡Tenían demasiado! «Así, se le impidió al pueblo seguir trayendo, pues ya había material suficiente para hacer toda la obra, y aun sobraba» (Éxodo 36:6-7).

Esta es una hermosa ilustración de la entrega generosa, abundante y con alegría de parte del pueblo a Dios.

Preguntas para considerar

  • ¿Por qué creen que Dios les pidió estas ofrendas a los israelitas?
  • ¿Qué creen que los llevó a dar más de lo esperado para el proyecto?
  • ¿Por qué Dios espera que le demos ofrendas en la actualidad? ¿Cómo son esas ofrendas en su contexto?
  • Los israelitas dieron a Dios, sin reservas, cosas costosas como oro, plata y bronce. En el presente, ¿Estamos dispuestos a dar las mejores cosas o las más costosas para su obra?
  • Si no tenemos cosas costosas para dar, ¿qué otra clase de ofrendas podemos darle?

Desde el corazón

Una ofrenda es algo que damos a Dios para su obra. Lo que damos debería provenir del corazón, de manera voluntaria y con alegría (2 Corintios 9:7).

Cuando la gracia de Dios toca nuestros corazones y nos damos cuenta de cuánto él ha hecho por nosotros, nos sentimos impulsados a dar. Nuestra entrega se convierte en un acto de adoración y gratitud (1 Crónicas 16:29). Quizás los israelitas daban tanto y de manera voluntaria porque recordaban cómo Dios los había salvado de la esclavitud en Egipto, y cómo él fue su provisión en el desierto. Cada vez que le ofrezcamos algo a Dios, traigámosle lo mejor que tengamos, sin importar qué tanto o tan poco tengamos (Lucas 21:1-4). Además de dinero u otros tesoros, podemos darle nuestro tiempo y talentos.

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Escrito por

Escrito por  Rev Dr Shadrach Vegah

El reverendo Dr Shadrach Vegah es el pastor principal de la Iglesia Bautista del Evangelio en Bamenda, Camerún. También, es el presidente de la Junta de Evangelismo y Misiones de la Convención Bautista de Camerún. Correo electrónico: [email protected]

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