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Manos que tejen paz

Personas sobrevivientes del conflicto armado en Colombia cuentan sus historias en tapices

Escrito por Isabel Orozco Álvarez 2024 Disponible en Inglés, Español, Portugués y Francés

Una mujer colombiana con una camisa amarilla mira por una ventana hacia casas de ladrillo y tejados de hojalata

Amparito mira por la ventana en el barrio que ahora llama hogar. Foto: Carolina Niklison

En Burundi, un hombre sonriente se encuentra en medio de un grupo de mujeres sentadas y vestidas con ropas coloridas.

De: Paz y reconciliación - Paso a Paso 121

Medidas que podemos tomar para ayudar a construir la paz y fomentar la reconciliación en nuestros hogares y comunidades

En Colombia, existe un conflicto entre grupos armados que lleva más de 70 años. Debido a este conflicto, miles de personas han sido desplazadas violentamente de sus hogares y de sus tierras. Por lo general, se van del campo a la ciudad.

En la mayoría de los casos, la madre es quien sobrevive los ataques violentos. Queda viuda y debe cuidar de sus hijos. Estas madres, que solían cultivar la tierra y criar animales con sus propias manos, ahora no saben qué hacer con ellas, pues estas habilidades no son útiles en la ciudad. Quedan con las manos vacías y viven en la pobreza. 

Un tapiz que representa un árbol con un pájaro anidando en su copa

Un pájaro haciendo nido en un árbol: uno de los tapices creados por integrantes del grupo Mujeres de la Memoria. Foto: Isabel Orozco Álvarez

Gladys, Amparito y Ana Belén son tres de las mujeres que vinieron a vivir a Granizal, en las afueras de Medellín. La gente suele encontrar extraña su forma de vestir o de hablar, o a desconfiar de ellas. Sin embargo, son mujeres de fe, valientes y amorosas. Aunque les resulte difícil borrar de sus corazones las cicatrices dejadas por el exilio, los abusos y las pérdidas brutales, han optado por la esperanza.
«Se ven a sí mismas como mujeres que llevan la imagen de Dios, que usan sus manos para tejer paz y reconciliación consigo mismas y las personas que las rodean.»

Pertenecen al grupo Mujeres de la Memoria y juntas han encontrado en el arte una forma sencilla de expresar lo que las hace sufrir. Con hilo y aguja, tejen sus recuerdos del campo, su doloroso pasado y sus sueños.

Mientras lo hacen, piensan y hablan sobre sus nuevos roles en la comunidad. Se ven a sí mismas como mujeres que llevan la imagen de Dios, que usan sus manos para tejer paz y reconciliación consigo mismas y las personas que las rodean.

Escrito por

Escrito por  Isabel Orozco Álvarez

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