Un grupo de ahorro y crédito está compuesto por 10 a 20 personas que se reúnen regularmente para ahorrar dinero de manera conjunta. Luego, usan estos ahorros para otorgar pequeños préstamos a los miembros del grupo, los cuales se pagan en el tiempo acordado.
Aspectos clave a tomar en cuenta
1. Facilitación
Los grupos suelen afirmar que funcionan de manera más efectiva y sostenible cuando cuentan con un facilitador o facilitadora que los guía al inicio y los visita regularmente para identificar si requieren formación adicional o apoyo.
Esta persona apoya a los grupos en el desarrollo de relaciones saludables, la creación de un sistema de ahorro y crédito y el establecimiento de los estatutos sobre cómo van a operar.
También debe guiar a los grupos para que planifiquen, tomen decisiones, actúen y aprendan por sí mismos. Más que tener todas las respuestas, su función es contribuir a que las personas desarrollen su potencial en estas áreas.
2. Membresía
Para iniciar, necesitará que varias personas hayan decidido ser miembros del grupo de ahorro y crédito. Los grupos pueden estar formados por personas del mismo sexo o edad, o pueden ser mixtos.
Dedique tiempo a identificar a las personas de su comunidad que más se beneficiarían de formar parte de un grupo. Por ejemplo, puede ser que las mujeres tengan un acceso y un control limitados sobre el dinero, el crédito y la propiedad. Por ello, normalmente se les debe dar prioridad a la hora de crear grupos de ahorro y crédito.
Otras personas que podrían beneficiarse, en particular, son las personas con discapacidad y las minorías étnicas o religiosas.
Las relaciones sólidas y la confianza entre los miembros del grupo reducen el riesgo de malversación, intento de robo o control de los fondos. Las buenas relaciones también motivan a las personas a ser responsables entre sí y a pagar los préstamos a tiempo.