«El dinero y los alimentos siempre escaseaban» —explica Thabita, una agricultora de Etiopía.
«Nuestra producción de alimentos nunca era suficiente; nuestra parcela es pequeña y no teníamos suficiente dinero para comprar fertilizantes que nos permitieran aumentar la producción.
No teníamos una cultura de ahorro. El dinero que obteníamos de la venta de nuestras cosechas se utilizaba para satisfacer las diferentes necesidades del hogar. Cuando se presentaba una emergencia, teníamos que acudir a prestamistas que nos cobraban el 50 por ciento de interés, pero ahora he aprendido a ahorrar».
Cambio positivo
La vida de Thabita cambió cuando se unió a un grupo de ahorro, conocido como grupo de autoayuda, dirigido por la Asociación de Desarrollo Terepeza, que es una organización socia local de Tearfund. Gracias a sus ahorros, pudo comprar semillas y fertilizante de buena calidad, y ahora obtiene muy buenas cosechas, lo que le ha permitido empezar a vender granos y harina de maíz, y comprar ganado.
Thabita también ha notado un cambio positivo en ella y expresa lo siguiente: «Tengo mucha más confianza; ahora puedo hablar en público y expresar mis opiniones. También he aprendido de los demás. Una persona nos enseñó a cultivar verduras; ya no compro espinacas ni otras hortalizas, las recojo directamente de mi huerto».
Nuevas oportunidades
Para las personas que tienen acceso limitado a los servicios financieros, los grupos de ahorro y crédito brindan la oportunidad de ahorrar de manera segura.
El dinero ahorrado por el grupo se ofrece a los miembros en forma de préstamos, lo que les permite invertir en sus pequeños emprendimientos y satisfacer otras necesidades.
Los préstamos se pagan durante un plazo acordado, y generalmente incluyen un pequeño porcentaje de intereses.
Los grupos se autogestionan, y todas las personas tienen la oportunidad de participar en las reuniones y de adquirir diversas habilidades en las áreas de liderazgo y finanzas, entre otras.