Un diccionario define la palabra rehabilitación como ‘restituir a una persona a su eficacia normal mediante la capacitación’. Existen varios tipos diferentes de proyectos de rehabilitación para las personas que están buscando ayuda para liberarse de su dependencia de las drogas.
El Programa Liberación - Cairo, Egipto
por el Dr Ehab El Kharratt
El abuso de la heroina ha infestado las calles del Cairo desde 1980. Antes de esto, el mercado de las drogas consistía en drogas más suaves. El opio y el hachís se han usado durante varias décadas y el uso de los tranquilizantes y la anfetamina aumentó rápidamente en la década de los años 70.
Se estima que hay entre 400.000 a 500.000 adictos a las drogas, la mayoría de las cuales son muchachos jóvenes. Si a esto sumamos el número de personas adictas al hachís, estamos hablando de unos dos millones de personas de una población total de 58 millones de egipcios. El problema de las drogas está causando un daño terrible a las vidas y los ingresos de las familias egipcias.
Al no haber ningún programa de rehabilitación en funcionamiento en todo el país, menos del 1% de los adictos tratados en hospitales psiquiátricos privados o gubernamentales llegan a recuperarse.
Comenzando de pequeño
Muchas personas de nuestra iglesia estaban muy preocupadas por los amigos y los parientes de jóvenes drogadictos. En 1989, me presentaron a Adel, un adicto a la heroína que estaba en un estado económico y psicológico terrible. Le ofrecimos asistencia médica por medio de la desintoxicación y un curso de estudio bíblico con voluntarios jóvenes. Al cabo de 18 días de tratamiento, nuestro primer adicto, recibió al Señor entre lágrimas. Comenzó a orar por sus amigos y cuatro adictos asistieron a un retiro para jóvenes.
Durante la tercer noche de esta reunión, yo tenía que predicar sobre cómo ‘Jesus nos libera de la esclavitud’. Me pregunté si realmente yo creía que Dios podía liberar a estos adictos. Sabía que estos casos eran realmente serios – algunos de ellos habían sido hospitalizados más de diez veces y la mayoría tenía serios problemas con la ley. La respuesta que me dí fue que no, no creía que estas personas podían ser liberadas. ¿Pero cómo podía predicar un Evangelio que yo no creía? Hice un esfuerzo, hice un acto de fe mediante la oración y prediqué con confianza. El lugar se llenó con la presencia del Señor de tal forma que raramente lo había sentido antes o volví a sentir desde esa noche. Tres de estos cuatro drogadictos recibieron al Señor entre lágrimas y se llenaron de una alegría intensa. Después de esta reunión iniciamos un grupo diario especial de terapia devota. Cuando regresaron al Cairo se sumó a ellos un quinto adicto.
Uno de los primeros pasos que dieron fue el de devolver un auto que habían robado justo antes del retiro y que iban a vender para comprar drogas. El Espíritu Santo ayudó a transformar la vida de estos muchachos. Nunca volvieron a tomar drogas. Uno de ellos ahora trabaja a jornada completa con nosotros; otro acaba de regresar de una zona de desastres dónde trabajó con refugiados realizando actividades cristianas; dos de ellos trabajan en negocios y el quinto se está preparando para su casamiento y trabajando como farmacéutico en Kuwait.
El trabajo de rehabilitación actual
Desde junio 1991 hemos alquilado un apartamento que usamos como un centro temporal de recuperación para cinco residentes a la vez. Los adictos tienen primero la oportunidad de conocer a los líderes, a nuestros ex-adictos y terapeutas y, también, el programa. Si quieren asociarse empiezan un programa de un año. Se les pide que no contacten a sus amigos drogadictos hasta que hayan completado el programa. Al inicio, quedan aislados durante dos meses, pasando el tiempo en el apartamento, haciendo estudios bíblicos, tareas de la casa, deportes y manteniendo reuniones personales y de grupo con los líderes. Poco a poco van pasando más de su tiempo libre afuera. El sexto mes les alentamos a que empiezen a trabajar a media jornada o a estudiar.
Debido al poco lugar, hasta ahora sólo hemos incorporado 22 adictos a las drogas mayores a nuestro programa. Por la mayor parte, son adictos que han ‘llegado al fondo’ habiendo perdido sus trabajos, apoyo familiar y todos sus recursos económicos. De estas 22 personas, 14 han completado el programa con éxito, ahora se abstienen totalmente y sus vidas están transformadas. Este grado de éxito no se obtiene en ninguna otra parte de Egipto.
Además, también realizamos campañas de concientización contra las drogas en las escuelas, los clubes deportivos, las universidades, los campamentos juveniles y las iglesias. Los testimonios de exdrogadictos son un instrumento muy potente para ayudar a la gente joven a evitar el camino de la destrucción.
Planes para el futuro
Nuestra visión es la de obtener una finca donde eventualmente podamos hospedar a 100 drogadictos. Nos han dado 30 hectáreas de tierra desierta en Wadi-El Natroon. Hemos hecho un pozo de agua e instalada un sistema de riego. Hasta ahora, se han plantado 4.000 olivos y 200 palmeras. Usamos ocho hectáreas para cultivar verduras y ya hemos tenido tres cosechas. El trabajo de construcción se inició en septiembre 1994. ¡Gran parte del financiamiento ha sido local y dos cruceros del Nilo que organizamos!
Además del trabajo con drogadictos, estamos planificando ayudar a la gente local a establecer un sistema de atención de salud primaria, un programa de alfabetización y pequeñas industrias caseras elaborando alfombras tradicionales de la zona.
La Sociedad Egipcia de Psiquiatría ya ha invitado cuatro veces al Director del Programa para dar charlas. Actualmente ha habido mucho interés sobre todo en el énfasis espiritual del trabajo.
Reconocemos la gracia de Dios como la fuente de sanación, transformación y poder. Confiamos en que todo lo que está sucediendo en este trabajo le da la gloria y alabanza de las cuales es digno.
