por el Dr Taha Baasher.
A lo largo de la historia del hombre, la mayor parte de los países y las culturas del mundo han tenido problemas con el uso y el abuso de las drogas. Los anales más antiguos de la historia registran que las drogas se han usado por diferentes razones: más que nada religiosas, medicinales y para dar placer. Por ejemplo, el alcohol y el opio eran bien conocidos por la cultura del Antiguo Imperio Egipcio. El cannabis se usaba con frecuencia en los ritos ceremoniales hindués y en la medicina india y china. Los problemas relacionados con las drogas, por lo tanto, no son algo nuevo.
Hoy en día, los problemas de la droga se han vuelto más variados y de un caracter más global y complicado. Las drogas naturales, como la marihuana, la cocaína, el gat, y el opio, las cuales previamente eran usadas por ciertas culturas y dentro de estilos de vida tradicionales, han sido cada vez más explotadas y su uso ha llegado ahora a un nivel epidémico. Las drogas sintéticas, tales como la anfetamina, los barbitúricos y una amplia gama de sedativos y tranquilizantes se pueden conseguir fácilmente tanto en mercados legales como ilegales.
A esto hay que sumarle la creciente costumbre entre la gente joven de algunos países de inhalar los solventes de pinturas y pegamentos.
El nivel del uso de drogas está creciendo en la mayoría de los países. Se están consumiendo drogas con más frecuencia y en cantidades más grandes. Existe también la tendencia a usar una mezcla de diferentes drogas o de combinar las drogas con alcohol.
En particular, debemos prestarle atención al abuso de la cocaína pues es la droga que más dependencia produce. En la actualidad, su abuso está llegando a niveles epidémicos en algunas partes del mundo y se está extendiendo rápidamente a otras. La costumbre tradicional de masticar coca en la región andina está siendo reemplazada en las ciudades de Sudamérica por la de fumar pasta de coca. La costumbre de comer opio entre las culturas rurales de Asia del Sur, está siendo sustituida por el uso de la heroína inyectada o fumada.
La cultura de las drogas trae consigo una serie de problemas sociales y económicos, incluyendo el crimen, la violencia y el descuido de la vida familiar. Muchos países están cada vez más preocupados por el nivel de abuso de las drogas.
Para poder prevenir el abuso de las drogas es importante identificar las razones principales por las cuales las personas recurren a su uso. Luego, es necesario tomar medidas prácticas para superar esta motivación. Las razones por las cuales se usan drogas varían mucho dentro de cada cultura. Inclusive, dentro del mismo país, los programas de prevención tendrán que variar de acuerdo a los problemas locales.
En el noroeste de Afganistán y en algunas zonas de Paquistán, India, Myanmar y Tailandia, donde escasean los servicios rurales de salud, el opio se usa como un remedio casero para mitigar el dolor y las privaciones causadas por el frío y los rigores de la vida. Por lo tanto, hay que poner énfasis en estas necesidades prioritarias antes de poder tratar con el problema de las drogas.
¿Qué habría que prevenir? ¿Quién tendría que llevar a cabo la prevención? A nivel oficial, existen acuerdos para controlar el movimiento y la exportación de drogas. A nivel nacional, el control depende de la policía, las aduanas y las medidas gubernamentales. Por lo general, las mejores medidas de prevención son aquellas desarrolladas por las personas dentro de su propia cultura y vida social. Los grupos religiosos pueden jugar un papel muy efectivo de prevención contra el abuso del alcohol y del tabaco mediante la enseñanza de los valores morales y la autodisciplina.
Los problemas del abuso de las drogas se encuentran entre las amenazas más destructivas de la vida moderna. Para que su prevención sea efectiva, se necesitan grandes esfuerzos de parte de las autoridades gubernamentales, una educación más difundida y campañas de concientización, y una participación activa de la comunidad.
El Dr Taha Baasher es un asesor en salud mental. Anteriormente, fue el Asesor Regional en Salud Mental de la OMS en Alejandría. Este artículo apareció por primera vez en la publicación de la OMS, World Health.