por Scott Jones.
A menudo se suscitan conflictos en relación con el acceso y control de los recursos naturales tales como la tierra, el agua de un arroyo o de un pozo o los productos de un bosque o un lago. Estos conflictos pueden dar por resultado que los recursos no se manejen en forma productiva o sostenible. A menudo pensamos que los conflictos son algo negativo. Pero los conflictos pueden usarse en forma positiva: pueden sacar problemas a la luz, lo que a su vez puede proporcionar una oportunidad para resolver agravios, para desarrollar objetivos y formas de lograr estos objetivos que sean aceptables para todos.
Las causas de los conflictos
Los conflictos no sólo se suscitan entre diferentes comunidades, empresas o gobiernos; también se suscitan dentro de ellos. La gente no es toda la misma dentro de una localidad. Los grupos o personas tienen diferencias de sexo, clase, casta, clan o tribu, educación, edad y religión. La gente puede hacer uso y depender de los recursos de diferentes maneras. Cada grupo o individuo tiene diferentes niveles o tipos de poder sobre el acceso y control de los recursos; algunos pueden tener muy poco poder.
Las empresas confrontan presiones de los competidores y de los accionistas. Deben equilibrar la habilidad para producir utilidades a corto plazo con la importancia de desarrollar ingresos sostenibles a plazos más largos.
Los gobiernos también enfrentan conflictos de intereses. Los Departamentos de Agricultura, Aguas y Silvicultura a veces parecem no ser parte del mismo equipo cuando discuten la utilización de los recursos. La mayoría de los departamentos o ministerios no tienen fondos suficientes, por lo que la falta de personal y de recursos pueden aumentar la tensión.
Esta puede ser la situación cuando llega un proyecto de desarrollo o una empresa. A menudo su llegada se ha planeado fuera del lugar de impacto, con lo que reviven antiguos conflictos y crean otros.
Algunos grupos pueden responder con una actitud de ‘agarra lo que puedas’ y utilizar la fuerza o la persuasión. Las relaciones se pueden empeorar y así también el conflicto mismo. Algunos grupos pueden tratar de ejercer poder y autoridad sobre la situación, en forma egoísta o para el bien común; por ejemplo, poder físico o económico o poder que proviene del conocimiento.