por Renu Sherchan.
El nutricionista entró en la pequeña casa del pueblo y encontró lo que parecía un esqueleto viviente. Se llamaba Som Bahadur Tamang. Tenía cinco años de edad. Su madre lo había abandonado cuando tenía diez meses y su padre se esforzaba para criarlo.
Como en la mayoría de los países en vías de desarrollo, la desnutrición es uno de los problemas subyacentes básicos que causan mala salud en Nepal. También es un gran problema en la región servida por el Proyecto de Desarrollo de la Comunidad y de la Salud (PDCS) de la United Mission to Nepal. Hace aproximadamente siete años, cuando visité el centro de salud de PDCS en Choughare, un padre trajo a un niño severamente malnutrido. Som Bahadur era ‘piel y huesos’, y se sentía muy mal.
Había dejado de comer y estaba muy delgado y débil. ‘He hecho todo lo posible para tratarlo,’ dijo el padre. ‘He consultado a los curanderos locales pero todavía mi niño no se ha mejorado. La semana pasada vino su nutricionista. Ella me dijo que trajera a mi hijo aquí.’
Desnutrición
El padre estaba preocupado y avergonzado por el estado de su niño. El personal del centro de salud examinó a Som Bahadur. No sólo padecía de desnutrición, sino también de varias enfermedades infecciosas debido a su mala salud. Temimos por su vida y por eso se le envió al Hospital de Patan en la capital, a tres horas de viaje. Lo llevamos allí nosotros mismos y lo internamos, ya que su padre no tenía absolutamente nada de dinero. En esta situación crítica el Hospital de Patan le proporcionó atención caritativa completa al niño, así como la comida para su padre. Después de unos días en el hospital, Som Bahadur fue capaz de comer pero todavía no estaba fuera de riesgo. Después de que se le dio de alta volvió a casa y nosotros lo tomamos en nuestro programa de nutrición basado en el hogar. Le enseñamos a su padre sobre la importancia de la comida apropiada para la buena salud, y cómo prepararla en casa. Hicimos visitas regulares a su casa y le mostramos cómo hacer ‘harina potente’ tostando granos y frijoles de soja disponibles en la localidad. El padre se animó y mostró más interés por su niño. Dos meses después, Som Bahadur estaba fuera de peligro.
Enseñando a otros
Todo esto pasó hace siete años, pero siempre que nos encontramos con el padre de Som Bahadur nos dice que nosotros salvamos a su hijo y nos muestra su gratitud. Sin embargo, el gran logro de nuestro programa de nutrición no ha sido tanto el haber salvado la vida del muchacho sino que, desde entonces, este padre ha enseñado a muchos otros en su pueblo cómo se debe alimentar y cuidar a los niños pequeños. Su valor, compromiso y habilidad para compartir su experiencia representan el verdadero éxito de la historia.
La Sra Renu Sherchan es nutricionista del Proyecto de Desarrollo de la Comunidad y la Salud de la United Mission to Nepal, PO Box 126, Kathmandu, Nepal.
COMENTA LA DIRECTORA: Se puede hacer otra harina útil remojando en agua durante un día granos y frijoles de soja que se encuentren en la localidad para luego secarlos y molerlos. Esta ‘harina fortalecida’ es rica en amilasa y, cuando se agrega a la avena machacada o a la sopa, las hace más fluidas, facilitando su ingestión por parte de los niños.