¿Traerán los cultivos genéticamente modificados (GM) grandes cosechas y comida para todos? ¿O traerán tomates monstruosos y biopiratería (la propiedad inaceptable de material genético y del conocimiento tradicional)? Todavía es demasiado temprano para saber el impacto que tendrán los cultivos genéticamente modificados.
Hay mucha preocupación pública, pero muchos científicos están convencidos de los beneficios a largo plazo. Los partidarios sostienen que el mundo necesita desesperadamente cultivos GM para asegurar la comida. Estos cultivos pueden producir rendimientos más altos o comida más nutritiva con menos uso de productos químicos. Pero mucha gente teme que puedan haber efectos secundarios desconocidos y que puedan dañar al medio ambiente. Otros creen que la codicia por parte de las grandes empresas de las semillas es la fuerza que los mueve – no la necesidad de mejores cultivos.
Los genes determinan la manera en que crece una planta de cultivo típica y por promedio hay aproximadamente 80.000 genes dentro de cada planta. Los científicos pueden ahora insertar genes completamente nuevos de otras especies (ocasionalmente incluso de animales), los que alteran las características del cultivo. Hasta ahora la mayoría del trabajo se ha hecho en cultivos que son producidos comercialmente en gran escala y permiten a las empresas de las semillas obtener grandes ganancias como producto de su investigación. Estos cultivos incluyen frijoles de soja, maíz, algodón, aceite de canola y tomates.
Amedida que se identifica nuevo material genético y nuevos genes, las empresas están apresurándose para patentarlos, para poder beneficiarse de su investigación en procesos basados en las propiedades únicas de estos genes. Tradicionalmente, las patentes se aplican a las invenciones de nuevos productos o procesos – no al descubrimiento de cosas que ya existen en la naturaleza.
Las preocupaciones planteadas
Peligros para el medio ambiente Hay preocupación de que los cultivos GM puedan cruzarse con otras especies similares – como las variedades silvestres de los cultivos. Esto podría introducir genes que ayudarían a las malezas a resistir pestes o a crecer con más energía. Otra preocupación es que si el nuevo material GM proviene de un virus, esto podría evolucionar hacia nuevos viruses potencialmente dañinos.
Pérdida de la biodiversidad En la actualidad muchos pequeños agricultores en países del tercer mundo apoyan una gran diversidad de cultivos y variedades de plantas. Todas estas plantas muestran diferentes características y pueden sobrevivir bajo diferentes condiciones. El reemplazo de esta riqueza de variedad con inmensos monocultivos de una sola variedad pueden dejar al cultivo expuesto al ataque de pestes y enfermedades o incapaz de sobrevivir cambios en el clima.
Riesgos de salud Existe el riesgo de que el material genético introducido pueda causar alergias en la gente que come los productos. También puede ser que algunos de los genes usados causen resistencia a los antibióticos.
El motivo de la ganancia Hay una preocupación real de que los adelantos científicos que podrían traer beneficios enormes para los pobres están quedando en manos de unas pocas grandes empresas cuyo motivo son las utilidades excesivas.
El gene terminador Una empresa posee ahora una patente sobre un gene que impide germinar a la semilla tratada. Hasta ahora sólo se ha encontrado que esto funciona con el algodón y el tabaco, pero puede introducirse en otros cultivos en el futuro. La semilla híbrida ya se reproduce malamente, por lo que los agricultores que usan esto saben que necesitarán comprar nueva semilla cada año. Sin embargo, en la actualidad 80% de los cultivos en los países del tercer mundo se siembran usando semillas almacenadas por los agricultores. Aunque no se obligará a los agricultores a que compren cultivos GM con este gene terminador, pueden perfectamente encontrarse bajo presión creciente para hacerlo en el futuro.
La información adaptada del Panos Briefing No 30A y Outreach Biodiversity Series (ver Recursos).
