Paz y Esperanza Internacional se desarrolló a partir de una iniciativa peruana y trabaja con organizaciones de todo el mundo. Por lo que es importante que nuestro liderazgo refleje nuestras raíces en América Latina y nuestra meta de trabajar en todas las culturas.
Nos guiamos por principios no jerárquicos, por ejemplo, el liderazgo siervo, la equidad, la inclusión, el respeto mutuo, el estímulo a los compañeros de trabajo y el aprovechar al máximo las habilidades y los talentos de las personas con las que trabajamos. Para demostrar esto, tenemos dos directores de procedencias diversas cuyas habilidades y talentos se complementan y se apoyan mutuamente. Como equipo podemos dar respuesta a una gama más amplia de problemas con mayor eficacia. Reunimos perspectivas de ambos sexos y perspectivas de América Latina y de América del Norte. Ambos directores hacen igual aporte a la labor de la organización.
Hay desafíos. Estamos intentando algo que es nuevo para nosotros y bastante inusual en general. Así, en muchos aspectos tenemos que preparar el camino sin tener el beneficio de aprender de otros ejemplos de éxito.
Tomamos las decisiones:
- en consulta unos con otros
- contemplando el objetivo de la organización y lo que más le conviene
- considerando lo que les conviene a, y las opiniones de, los compañeros de trabajo, de los beneficiarios y de las demás partes interesadas en la labor de la organización.
El liderazgo compartido ayuda a la organización a ser responsable. Actuamos como un sistema de control y balance el uno para el otro. Hasta ahora no hemos tenido dificultades como resultado de no ponernos de acuerdo, porque respetamos las decisiones y opiniones de cada uno.
El Dr. Alfonso Wieland y la Dra. Colleen Beebe Purisaca fundaron Paz y Esperanza Internacional en 2002 y han sido los co-directores desde abril de 2010. Paz y Esperanza Internacional existe para apoyar a la familia de organizaciones de Paz y Esperanza que fueron inicialmente fundadas en el Perú.