Joyce Banda atribuye su estilo de liderazgo que potencia las capacidades de los demás a algunas experiencias difíciles y que le sirvieron como lecciones de humildad, de los años iniciales cuando dirigía la National Association of Business Women (Asociación Nacional de Mujeres Empresarias, NABW) de Malawi.
Joyce fundó la NABW en 1990 para ayudar a las mujeres de Malawi a obtener empoderamiento económico. Joyce misma había experimentado un matrimonio abusivo antes de fundar la que se convertiría en una de las fábricas de ropa más grandes del país. Ella se sentía muy preocupada por lo que les estaba ocurriendo a mujeres menos afortunadas, por lo que invitó a algunas colegas a formar una organización que pudiera servir como grupo de presión a favor del empoderamiento de la mujer.
Los primeros problemas
La NABW fue registrada y creció muy rápidamente. Para 1991 tenia 2,500 miembros. Pero ya había problemas a nivel de base. Joyce explica que ‘a veces la gente se emocionaba, pero cuando no entendía lo que yo estaba haciendo, se daba por vencida, y se iba. El impacto que yo estaba logrando era totalmente débil. La movilización era débil. Porque se consideraba que la iniciativa era mía, ellas querían que yo fuera la proveedora.’ Las mujeres simplemente esperaban a que se les dijera cómo hacerlo todo. El objetivo de empoderarlas estaba muy lejos de la realidad de la dependencia continua.
Conflicto con la junta directiva
Esto llevó a Joyce a acordar con el donante realizar una evaluación de necesidades a nivel nacional, que fue anunciada en la radio justo antes de una reunión de la junta directiva de la NABW. Joyce relata lo que ocurrió a continuación: ‘Para cuando llegué a la reunión de la junta directiva, ya habían escuchado el anuncio de radio. No me hablaban. Yo les pregunté “¿Qué está ocurriendo?” Ellos respondieron, “Lo que ocurre es que nosotros no sabemos lo que tú estás haciendo. No nos interesa continuar trabajando contigo. ¿Quién dice que es necesario realizar una evaluación de las necesidades?” La reunión de la junta directiva no terminó bien. Yo estaba molesta. No me disculpé. ¿Acaso no entendían que yo estaba haciendo mi mejor esfuerzo, tratando de hacer de esta organización un éxito?’
Joyce regresó a su casa enojada. ‘Me sentía amargada y frustrada. Estaba haciendo todo lo que podía, pero la junta directiva no estaba agradecida. Me senté y pensé: Tengo que darme por vencida o hacer algún cambio. Estaba decidida a no darme por vencida – mi propia situación en mi anterior matrimonio me hacía pensar que debían haber otras mujeres que no eran tan afortunadas como yo, siendo golpeadas y sin tener la seguridad económica para resistir. Así que esa noche, me pregunté “¿Qué voy a hacer? ¿Debo buscar otra junta directiva o puedo yo cambiar? ¿Puedo rebajarme y trabajar con el mismo comité”?’
La decisión de cambiar
Mientras Joyce pensaba en ello, reconoció su problema. Ella se había aferrado al control y no había compartido su visión con los demás. Vio que estaba siendo frenada por el temor de perder el poder y por el deseo de dominar. El estilo de liderazgo autocrático que le era familiar había resultado en haberse ganado la antipatía de la junta directiva y en mujeres miembro dependientes. Ella lo describe ‘como si hubiera estado en un profundo sueño y me acabara de despertar y de dar cuenta por primera vez que no iba a funcionar si yo me encargaba de las cosas por mi cuenta.’
Ella decidió no realizar ninguna actividad de la NABW antes de haber realizado una sesión de lluvia de ideas con la junta directiva para planificar el futuro. Pronto las cosas empezaron a cambiar.
El logro de la visión
Los resultados de este cambio personal fueron sorprendentes. El miembro más difícil de la junta directiva se convirtió en su mayor apoyo. ‘Una vez que había interiorizado la visión, ella sentía más pasión que yo’, dijo Joyce. La NABW continuó creciendo. Lo más importante fue que vidas empezaron a cambiar a nivel de la base. Mujeres marcadas con cicatrices a causa de repetidas palizas decían sobre sus maridos ‘Ahora me trata como una socia. Me escucha y tomamos decisiones juntos.’ Joyce describe ver ‘una gran alegría en los rostros de las mujeres empresarias de las zonas rurales cuando sienten que lo que han hecho es iniciativa de ellas.’ Siete años después de fundar la NABW, Joyce fue capaz de dar un paso poco común para una líder fundadora: se retiró de manera honorable y le entregó el liderazgo de la NABW a una nueva directora. La NABW ahora tiene 30,000 miembros.
Rick James entrevistó a Joyce para su reportaje titulado ‘Leaders changing inside-out’ (Líderes que han cambiado totalmente). Joyce Banda ahora es la vice presidenta de Malawi.