El mundo cambia constantemente y para poder dar respuesta a los muchos desafíos que enfrentan las personas a las que intentamos servir como organización debemos aprender y adaptarnos continuamente.
En Tearfund hemos pensado mucho sobre el modo en que nuestro aprendizaje y experiencia pueden ayudarnos a mejorar nuestro desempeño organizacional y lograr nuestra visión compartida, que es ver a 50 millones de personas ser liberadas de la pobreza material y espiritual a través de una red de 100,000 iglesias locales. También tenemos el compromiso de ayudar a las personas a aprender, crecer y desarrollarse para convertirse en las personas que Dios planeaba que fueran.
Cómo aprendemos
Los niños empiezan a aprender desde el momento en que nacen y a menudo aprenden a su propia manera. Aprenden imitando el comportamiento de otros niños y adultos; aprenden de sus padres y maestros y haciendo muchas preguntas interesantes; aprenden de sus errores y fracasos y practicando nuevas habilidades y talentos. Utilizan su imaginación y creatividad para ampliar lo que han aprendido.
Los adultos continúan aprendiendo de maneras muy similares. Podemos aprender por nosotros mismos o con otras personas, pero aprender juntos es una emocionante oportunidad y desafío para cualquier organización, iglesia o comunidad. Aprender con otras personas puede ayudarnos a ser más imaginativos, a soñar, innovar y crear cosas nuevas. Con frecuencia, al compartir nuestras ideas y las cosas que nos apasionan con los demás, al igual que las cosas que nos preocupan, podemos crear una mucha mejor solución a los desafíos que compartimos.
Hacer buenas preguntas
Nos encontramos en un viaje de descubrimiento a medida que probamos nuevos enfoques de aprendizaje organizacional. Los grupos de personas aprenden de muchas distintas maneras, pero hacer preguntas es una parte importante del aprendizaje tanto en conjunto como individual. Nos ayuda a desafiarnos a nosotros mismos y a los demás respecto a lo que hacemos y al modo en que lo hacemos. Éstas son algunas de las preguntas que hemos estado haciendo:
- ¿Qué debemos saber para poder lograr el mayor impacto?
- ¿Qué actividades debemos hacer mejor?
- ¿Debemos dejar de realizar algunas actividades?
- ¿Cuáles son los problemas o desafíos que estamos intentando resolver?
- ¿Dónde podemos encontrar la información correcta para ayudarnos?
- ¿Quiénes pueden ayudarnos?
- ¿Qué necesita nuestro personal para ayudarle a realizar mejor su trabajo?
Estimular el aprendizaje
Estamos experimentando con diferentes enfoques y herramientas para ayudarnos a responder estas preguntas y aprender:
- Los análisis para el aprendizaje (refiérase a la casilla en la página 4 para obtener más información).
- “Coaching” (capacitación): conversaciones individuales que desarrollan las habilidades, los conocimientos y las ideas de una persona para ayudarle a crecer y ser más efectiva en cualquiera cosa que quiera hacer. No es necesario que el coach o capacitador posea conocimientos de especialista, sólo necesita hacer buenas preguntas que le ayuden a la persona que está siendo capacitada a reflexionar y encontrar soluciones a sus desafíos.
- Comunidades de práctica: grupos de personas que están interesadas en un tema en particular y quieren explorarlo juntas. Éstas intercambian aprendizaje, permiten una mejor toma de decisiones, miran adelante a las oportunidades por venir en el futuro, hacen un espacio para la innovación y crean información sobre buenas prácticas.
- Contar historias: compartir historias unos con otros que ayuden a inspirar, informar y difundir la innovación. Pueden tratar sobre un proyecto, proceso, evento o relación.
Hemos escogido estos enfoques porque reflejan la importancia que, como organización, le damos a mantener relaciones fuertes.
Aprender de los errores
También nos estamos dando cuenta de que es un desafío admitir que hemos cometido un error o que se nos está haciendo difícil realizar algo. Pero lo importante es aprender de nuestros errores y fracasos de modo que podamos hacer las cosas de un modo diferente la próxima vez. Podemos aprender a cambiar lo que hacemos y el modo en que actuamos en el futuro preguntándonos a nosotros mismos qué funcionó bien esta vez y qué debe ser mejorado. Hemos utilizado los análisis para el aprendizaje para ayudarnos con este proceso.
Existen graves riesgos si escogemos no aprender de nuestros errores y, por tanto, fracasamos al no cambiar como organización. Se repetirán las malas prácticas y esto dañará la calidad de nuestro trabajo y nuestras relaciones en el largo plazo. El personal se volverá ineficaz y desmotivado sin los últimos conocimientos para realizar sus trabajos. Finalmente, se reducirá nuestro impacto como organización.
Espacio para aprender
Crear una cultura de aprendizaje en una organización requiere introducir iniciativas que ayuden a las personas a reflexionar, conversar y hacer cambios. Sin importar el tamaño o tipo de organización, pueden introducirse oportunidades para que las personas aprendan. Puede organizar un tiempo para contar historias del equipo en el que el personal comparta algo que le ocurrió en esa semana y lo que aprendió. Pueden introducirse los análisis para el aprendizaje para todos sus proyectos. Pueden comprometerse a aprender como grupo sobre un tema relacionado con su trabajo. ¡Sean creativos!
Aprender en el lugar de trabajo ayudará a las personas y organizaciones a crecer. En Tearfund estamos disfrutando el viaje de descubrimiento a medida que ¡aprendemos a aprender de manera más efectiva!
Astrid Foxen es Directora de Conocimientos y Aprendizaje en Tearfund.
Los análisis para el aprendizaje
Los análisis para el aprendizaje se llevan a cabo al final de un proyecto, evento o tarea. Por lo general, reúnen a todas las personas que estuvieron involucradas en un proyecto. No obstante, en algunos casos podría conversarse de manera más honesta sin la presencia de un gerente o líder.
Una persona que actúa como facilitadora le pide al grupo pensar sobre dos preguntas:
- ¿Qué funcionó bien durante el proyecto y qué opina debe repetirse la próxima vez?
- ¿Qué pudo haber funcionado mejor y qué opina debe ser mejorado la próxima vez?
Al inicio de la reunión la persona que está actuando como facilitadora debe recordarles a los participantes que la voz de todos tiene el mismo valor y que el fin de la reunión no es culpar a nadie. Los participantes deben tener confianza de que sus puntos de vista serán escuchados y de que no serán culpados por sus errores o fracasos. Deben comprender que el análisis para el aprendizaje es un espacio seguro.
Después del debate puede identificarse una lista de recomendaciones. Éstas deben ser lo más específicas posible e incluir acciones que pueden tomarse en el caso de que se planifique un proyecto similar en el futuro.
Al final de la reunión alguien debe acordar encargarse de las recomendaciones convenidas y guardarlas en un lugar donde los demás puedan encontrarlas. Esto asegurará que el trabajo de la organización se vuelva más eficaz.